Miguel Hernández, caricaturista

Los nariñenses de malas

POR: MIGUEL HERNÁNDEZ.

Ayer en horas del almuerzo me encontré con unos amigos casi en la misma mesa del restaurante de un vecino y nos acordamos que hace una semana atrás estábamos untados de cosmético, talco y espuma de carnaval hasta en las pelotas de los ojos, y todo era risas y carcajadas y de un momento a otro todo cambió cuando el tema principal era lo que estaba pasando con nuestros vecinos en el departamento del Cauca.

Ocho días antes todo era alegría y jolgorio después de haber disfrutado con toda la felicidad de volver a ver a nuestro carnaval por donde siempre lo hemos disfrutado y admirado, nos preparábamos para iniciar nuestras labores del trabajo habitual sin pensar que todo cambiaría de la noche a la mañana, cuando las noticias al despuntar el lunes y enterarnos de la fatal noticia que llegaba de tierras caucanas.

Nos preguntamos ¿Cómo es posible que el problema de nuestros vecinos y hermanos del Cauca nos tenga que afectar tanto o más que a ellos? Pues las tierras caucanas se fueron abajo y taponaron la Panamericana, la única artería vial que nos une con el resto de Colombia en un tramo casi de tres kilómetros y que ocho días después estemos en afujías cogidos la cabeza con dos manos y tratando de descifrar este impase.

Entre amigos llegamos a la conclusión de que los nariñenses somos muy de malas, todo lo que acontece desde el sector de El Remolino para arriba nos afecta y de qué manera, qué de malas que somos, que desde la conquista española y después la independencia, ya nos querían desaparecer del mapa independentista, para luego quedar relegados a una región olvidada por 62 Presidentes que han llegado a la presidencial.

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Eso sin contar de los Presidentes que repitieron el cargo y aun así por Nariño y sus gentes poco y casi nada ha recibido nuestro departamento, hace más treinta años ocurrió la misma catástrofe y Nariño en las misma, pidiendo limosnas al gobierno central. Es de recordar que ya son como cinco veces que ha ocurrido la misma historia y se fijaron en construir una variante entre el municipio caucano de Timbío y la localidad de Estanquillo. Necesitamos la doble calzada Ipiales Popayán desde ya.

Ojalá que esta vez sea una realidad para nosotros que estamos en una verdadera catástrofe a causas ajenas a nuestro departamento y, eso que apenas estamos en el comienzo, los delegados y representantes por Nariño en Bogotá parece que están dormidos o no se han enterado de la situación. Para que se realicen la otra salida que tenemos por nuestro hermano departamento del Putumayo, ¡la variante la necesitamos urgentemente!