Por: Monseñor Juan Carlos Cárdenas.
Este segundo domingo celebramos en Colombia la fiesta de la Epifanía del Señor, popularmente conocida como de reyes.
Les propongo tres lecciones para esta fiesta que cierra el tiempo de Navidad:
1. Dios se manifiesta a todos
La palabra Epifanía viene del griego y significa manifestación. El Evangelio de hoy -Mateo 2,1-12-, menciona unos magos que buscan a Jesús. La Sagrada Escritura no nos dice cuántos son, solo que vienen de Oriente. Siglos más tarde, la tradición cristiana ubicó 3 magos para simbolizar a las 3 razas conocidas hasta entonces. Hoy, el número podría ser mayor, representando la diversidad humana que hoy es clara. Los magos son una profecía de que el Dios de Jesucristo es un Dios para todos los pueblos. En Cristo todos los seres humanos tenemos acceso a Dios. Esta es una maravillosa noticia.
Hoy podemos decir casi en todo el planeta el nombre de Jesús es conocido, seguido y amado por miles de millones. La profecía se ha cumplido.
2. Somos buscadores de lo eterno
La estrella mueve a los magos a ponerse en camino más allá de su tierra para buscar alguien que representa un don de Dios. La relación entre la estrella y los magos nos muestra esa vocación fundamental que los seres humanos tenemos de buscar a Dios. En el fondo de toda inquietud o pregunta sobre asuntos fundamentales se esconde el anhelo de Dios.
La estrella representa ese llamado a una realidad que nos supera, nos trasciende. Siempre que pensamos en Dios, en el cielo, apuntamos hacia arriba, hacia el cosmos. Es que los seres humanos no hemos sido creados para quedarnos clavados mirando a las realidades temporales. En ese mirar a lo alto, está el llamado de Dios. Podemos decir con el salmo: “déjame buscar tu rostro, Señor”.
3. Fijemos los ojos en Jesús
Una figura sombría aparece en el Evangelio de hoy. Se trata de Herodes para el que la presencia de ese niño que buscan los magos significa una amenaza, pues lo ve como una competencia para su poder. Por medio de engaños, busca desorientar a los magos de su búsqueda.
Los nuevos Herodes de hoy se valen de las modalidades disponibles en nuestro tiempo para confundir a quienes buscan a Jesús. Con ideas, argumentos, mensajes y todo tipo de estrategias desorientan o desalientan a las personas que sinceramente están buscando a Dios.
Sigamos el consejo de Jesús, seamos “mansos como palomas, pero astutos como serpientes”. No caigamos en la trampa. ¿Sentimos en el fondo del corazón la llamada a encontrar algo grande? Conectémonos con Jesús y sólo prestemos atención a su palabra que nos llega por medio de la Iglesia.