Para respaldar la transformación laboral y los emprendimientos femeninos se hizo entrega de elementos que fortalecen la Asociación cosiendo sueños de mujer del corregimiento de Jongovito. Estas donaciones benefician a 30 mujeres que por más de 20 años se han dedicado a la alfarería artesanal, ahora ellas contaran con un espacio y los elementos dignos para trabajar en un nuevo oficio.
“Luego de cumplir con un proceso de formación y formalización, la Asociación Cosiendo Sueños de Mujer recibió el fortalecimiento que consiste en la entrega de maquinaria de coser y bordado, mesas, fileteadoras industriales, planchas, impresoras, entre otros insumos”, indicó Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad, dependencia encargada de este proceso. Para las beneficiarias esta iniciativa genera un cambio significativo en sus vidas y las de sus hogares porque brinda un espacio adecuado donde pueden desarrollar su nuevo trabajo, a mayor escala.
“La alfarería nos permitió ayudar a nuestras familias; sin embargo, también nos trajo graves consecuencias para la salud. Fabricar ladrillos es una labor muy difícil, teníamos largas y agotadoras jornadas, debíamos cargar un peso considerable y respirar el humo que resulta nocivo. Ahora tenemos una oportunidad de cambiar la historia y convertirnos en emprendedoras gracias a las maquinas de coser y los insumos que nos han entregado”, indicó la beneficiaria, Daira Tulcán.
Destacan trabajo
Durante la entrega del taller, el alcalde Germán Chamorro de la Rosa destacó el esfuerzo de esta agrupación de mujeres rurales por emprender, tocar puertas y luchar para alcanzar sus metas. “Llegamos al territorio con soluciones reales que mejoran considerablemente la calidad de vida de las comunidades. Hoy reconocemos y felicitamos la capacidad de organización para crear empresa en el sector rural”, sostuvo el mandatario.
La Asociación cosiendo sueños de mujer comenzó este proyecto en 2016 y, luego de diseñar su idea de negocio, encontraron aliados estratégicos para consolidar su emprendimiento. “Gran parte de este sueño se lo debemos a la voluntad de la Alcaldía y sus funcionarios que confían en nosotras y nos dan un respaldo para cambiar una complicada labor por un trabajo más sostenible”, expresó la beneficiaria Berta Buesaquillo.

