Manuel Antonio Rosero.

Modo Mundial

Por: Manuel Antonio Rosero Trejo

Como cada cuatro años el mundo se detiene al rodar el balón en el Mundial de Fútbol, que en esta ocasión se lleva a cabo en el exótico país de Catar, Estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña península de Catar en el este de la península arábiga.

En este caso el país anfitrión aprovechando su poder económico invirtió más de 230 millones de dólares para ser parte de esta fiesta futbolística que reúne a los mejores jugadores del mundo.

Por supuesto que hay mucha gente que no le interesa este deporte y por el contrario critica las grandes cantidades de dinero que se le invierte, dejando a atrás otras disciplinas deportivas que le han dado buenos resultados como el ciclismo, boxeo, pesas, entre otros, pero no se puede negar que el fútbol por su poder de atracción de multitudes no en vano se lo llama el Deporte Rey.

Es cierto que en esta ocasión Colombia no pudo clasificar a esta cita mundialista y francamente da ‘guayabo’ el no tener a nuestra selección entre las mejores del mundo y dando a conocer excelentes jugadores que tiene nuestro país, pero la emoción que genera este deporte hace que se siga permanentemente las acciones de este evento deportivo.

Si, Colombia no clasificó y eso duele, pero el futbol no se detiene y encontraremos alguna selección donde juegue una de las estrellas, alguien a quien apoyar, o simplemente, ver los partidos en los horarios que sea para conocer aún más de este apasionante deporte o para disfrutar, solo eso.

De todas formas, el mundo se hipnotiza por los movimientos del balón, las estrategias innovadoras y las gambetas de los astros mundiales, después de más de tres años de maratónicas jornadas clasificatorias y hace parte de esta fiesta deportiva.

En cuanto a los resultados hasta el momento se tiene las sorpresas como la victoria de Arabia Saudita frente a Argentina y posiblemente clasificará y quién sabe si Arabia Saudita vuelva a protagonizar un partido tan perfecto, pero lo que vimos es muestra clara de que en el fútbol nada se puede presagiar, debido a que en cada encuentro se escribe una historia diferente.

El triunfo 2-1 de los árabes en el Mundial de Catar 2022 ante los gauchos ratificó una vez más que cuando hay un juego solidario, tácticamente bien dirigido por un entrenador e interpretado a la perfección por los futbolistas, esto se impone frente a las individualidades.