Por: Carlos Santa María
El día 19 de noviembre de este año a las 8.00 a.m. se iniciará en el I.E.M. Escuela Normal Superior de Pasto el evento denominado Diálogos Regionales Vinculantes, como un trabajo conectado directamente al Plan Nacional de Desarrollo de Colombia.
Al ser orientado por el gobierno nacional actual, el objetivo es escuchar al pueblo nariñense en sus necesidades y reivindicaciones por tanto tiempo postergadas debido a una visión centralista y privatizadora que ha impedido el desarrollo pleno de esta zona del país, sin desconocer la responsabilidad de autoridades propias de esta zona, con el fin de sintetizar propuestas de gran alcance que contribuyan a ese despliegue tan importante y urgente del Departamento.
«Este es un momento importante para el pueblo nariñense pues de su empuje y con su propia fuerza, deberá prospectar su futuro. Queda en nuestras manos promover el cambio y trabajar por la realización efectiva de los proyectos».
En ese sentido se tendrá que hacer una priorización sobre la materialización de vías como la carretera Pasto-Popayán y Pasto Ipiales, entre otras; asimismo, un apoyo técnico, científico y social que permita al campo producir como una despensa del país protegiendo al campesinado como una gran fuente humana; la fundación de la universidad del Pacífico junto con la implementación de Tumaco como puerto internacional; la concreción de un presupuesto participativo para desarrollar la cultura, el turismo, la frontera, el comercio y emprendimiento, junto a otras propuestas que saldrá de ese Pensatorio.
Tendrá mucha relevancia la derogación del decreto 4106 del 15 de noviembre de 2005, por el cual el gobierno Uribe instauró la zona del desastre del Galeras afectando hasta ahora y por más de 17 años a más de cinco mil familias del espacio territorial de influencia que vieron a la pobreza acorralar su vida y futuro. El Movimiento Social por la Dignidad del Territorio Galeras (MSDT), legítimo representante de las comunidades lesionadas, tendrá que liderar el proyecto de reinversión e indemnización, sin permitir “actores” de última hora.
Este es un momento importante para el pueblo nariñense pues de su empuje y sin intermediarios, sino con su propia fuerza, deberá prospectar su futuro. Queda en nuestras manos promover el cambio y trabajar por la realización efectiva de los proyectos.