POR: P. NARCISO OBANDO.
Es realmente difícil para todos, la situación que actualmente estamos viviendo. Una cantidad de variables económicas a nivel nacional e internacional, han conllevado al incremento de precios en todos los sectores, pero no por ello da carta blanca a ciertas personas de abusar, aprovechándose de las demás personas y cobrando precios y tarifas que exceden las autorizadas.
En este caso particular me refiero a las tarifas del servicio de taxi. Desafortunadamente algunos taxistas -una minoría-, con el pretexto del alza del combustible, los constantes trancones, la hora pico, cobran lo que «se les da la gana», especialmente en las carreras largas o súper, o que muchas veces ni siquiera se incluyen en esta categoría, exigiendo el pago entre 8000 y 9000 pesos, a sabiendas que lo máximo que pueden cobrar dentro del perímetro urbano es 7.500 pesos en carreras de extremo a extremo.
Muchos usuarios aseguran que los cobros por concepto de tarifas de taxi están desbordados y son hasta abusivas.
Otro problema que viene aconteciendo es que, en algunas ocasiones, no quieren prestar el servicio y hacer las carreras porque las consideran muy largas; o también si miran a una persona con discapacidad o enferma pasan de largo. En pocas palabras, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza movilizarse en la ciudad de Pasto, y por ello muchas personas prefieren utilizar el transporte informal.
Tal parece que algunos taxistas quieren hacer su diciembre anticipado con el cobro exagerado de tarifas, por esta razón desde esta columna exigimos a las autoridades competentes una estricta vigilancia para que se cobren y paguen tarifas justas, que se rijan por el nuevo decreto emitido por la Alcaldía Municipal de Pasto.
También se observa que en muchos taxis no se tiene a la vista del usuario la información del valor real de las nuevas tarifas, situación que es aprovechada para realizar cobros exagerados, alegando que esto se debe a los nuevos precios de la gasolina y que ellos no tienen la culpa.
Ante esta problemática los usuarios de este tipo de servicio público se preguntan, ¿por qué las autoridades competentes no controlan estos abusos? Debido a esto, muchas personas han decidido arriesgar su seguridad e integridad, utilizando el transporte informal (mototaxis) o las plataformas digitales, porque al contrario de lo que piensan los mismos taxistas, sus propias acciones y no de la competencia, es lo que ha provocado que las personas decidan tomar otras opciones de transporte.
Cobros desmedidos y malos tratos son algunas de las razones por las que muchos le han dicho adiós a los taxis. Dejamos en claro que esta práctica no es cometida por todos los taxistas, hay muchos conductores de taxi honestos y respetuosos que como la gran mayoría de colombianos salen día a día a ganarse la vida de una manera responsable. Es necesario que los mismos taxistas condenen estas prácticas entre ellos, pues más rápido que lento, está acabando con ellos mismos.

