Gloria Cecilia Narváez es una monja misionera de Buesaco, de la congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, quien estuvo secuestrada durante 4 años y 8 meses en Malí por Al Qaeda, y que en las últimas horas recibió el premio denominado ‘Pauline Jaricot’.
Dicho premio fue establecido este año por la Dirección Española de las Obras Misionales Pontificias, OMP, con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones. Cabe destacar que la hermana junto al padre Pier Luigi Maccalli fueron galardonados por su testimonio de fe en momentos de cautiverio ya que ambos compartieron la experiencia del secuestro por parte de grupos yihadistas en Malí.
Respecto a ello y dando a conocer su deseo de volver a la misión, Narváez manifestó “quiero agradecer a Dios, que me ha dado la oportunidad de nacer de nuevo y volver a mi misión”.
La religiosa, cuya vocación nació en un grupo de Infancia Misionera de su pueblo, explicó cómo la presencia de Dios se hizo más clara en el tiempo en que también ella vivió la experiencia de la cruz durante los casi cinco años que duró su secuestro, donde posterior a ello percibió aún más intensamente cuán importante es llevar la alegría y el consuelo de Jesús a las personas cansadas, que sufren, y a quienes esperan encontrar “la misericordia de ese Dios que se hace hombre”.
Finalmente, los dos galardonados se refirieron a la Jornada Mundial de las Misiones.
Agradecimiento
Narváez agradeció la labor de las Obras Misionales Pontificias “por el gran bien que hacen en el mundo”, e invitó a todos los españoles a seguir colaborando con el Domund que es una jornada universal que se celebra cada año en todo el mundo para apoyar a los misioneros en su labor.
“Gracias a las OMP hemos podido dar el biberón a cien bebés de nuestro orfanato y hemos podido tener un comedor”, dijo.
El padre Maccalli insistió en cómo la Jornada dedicada a las misiones es una oportunidad para experimentar “un abrazo de solidaridad con el mundo”.

