Por Víctor Rivas Martínez.
La cotización del dólar al 22 de octubre de este año es de $4.849. Hace un año era de $3.987,20. Esto significa que el peso colombiano se devaluó en un año en un 21.62%.
En el año 2021 el salario mínimo era de $908.526. Si dividimos este valor entre los $3.987.2 que valía un dólar en octubre de 2021, un trabajador colombiano ganaba 227,86 dólares.
En enero de este año el gobierno subió el salario mínimo a un millón de pesos. Este valor en dólares de este mes, solo representan 206,22 dólares. Esto significa que en dólares un trabajador colombiano de salario mínimo perdió en este año el equivalente a 21.64 dólares, que traducido a pesos representan $104.932. En resumen, el incremento salarial que en pesos fue de 91.474, se lo comió la inflación y la devaluación del peso.
Esta es una de las razones por las cuales tiene que estudiarse cuidadosamente el incremento del salario mínimo para el próximo año, por cuanto con lo que gana hoy un trabajador de salario mínimo no puede financiar la canasta familiar. Por lo anterior hoy le toca comprar menos y ajustarse más el cinturón.
No se necesita ser economista para entender lo anterior. Hoy el panel de huevos que hace un año costaba $9 mil, en tiendas y supermercados los compramos a $18 mil. La carne y la leche ya no se ven en las mesas de las familias de menores recursos. Muchas de ellas si comen una vez al día, no pueden hacerlo dos y mucho menos tres.
Hoy son privilegiados quienes tienen los tres golpes asegurados diariamente. Las empresas han recortado personal, las fuentes de trabajo se han reducido y los ingresos familiares son más escasos.
El hambre no conoce barreras. Esta es una de las razones por las cuales es imparable la delincuencia y la violencia que azota al país de manera inmisericorde.
Las manifestaciones de violencia que se vieron en Bogotá esta semana protagonizadas por los Emberas es porque no aguantan más. No compartimos esta forma de protestar, pero la entendemos.

