Por: Manuel Eraso.
Ismael Botina popular maestro Buchón, es un experto en los secretos que Nariño tiene en cuanto a brujos, brujas, adivinos y espantos.
No hay que confundir. Los brujos son los de Sapuyes, cuenta la historia que los maridos infieles los convertían puercos y las mujeres alegres en burras. Todas las noches andan revoleteando en escobas por los lados de los baños termales de Chimangual un sitio de turismo desconocido. Los sapuyeños, son orgullosamente brujos.
En cambio, los de Funes, llevan con la frente en alto el renombre de “adivinos”, porque según la tradición, hubo un mudo popular, que adivinaba todo lo que le consultaban. Se daba sus modos, se hacía entender. Los de funeños, son los adivinos.
De estos asuntos se habló mucho antes de que a estas tierras llegaran las influencias del famoso Halloween, noche de las brujas. Los endiablados o quienes hacían pacto con el diablo, eran famosos.
Todo esto para comentarles, que hoy por hoy en Pasto, hay una celebración de renombre nacional, con el famoso encuentro de las brujas modernas que cada mes de octubre, se juntan para hacer su fiesta de pilatunas en cualquier salón de gala capitalino.
En la historia universal, las brujas se reunían la víspera del día de todos los santos, en una conferencia mundial llamada “Aquelarre”, y justamente es lo que se vive en Pasto.
Este año, las brujas más terribles pero hermosas, se reúnen en una cueva del barrio Toro- bajo y hacia las ocho de la noche se las vio llegar volando en escobas de todos los modelos, lanzando graznidos que estremece a la gente que vive cerca.
En esta cumbre de brujas solo es permitido el ingreso de mujeres, disfrazadas y con espíritu embrujado. ¡ay de aquel varón que ose ingresar al recinto!, lo sacan a escobazos y lo convierten en sapo.
El aquelarre pastuso, se inició hace diez años, por iniciativa de profesionales, que encontraron la forma de divertirse sanamente y convertirse en defensoras de los derechos de la mujer. Hoy, es un evento de talla nacional, admirado por los expertos en belleza y estética en materia de maquillaje y vestuario.
Valga la pena recordar nombres como de las profesionales Lucía del Socoro Basante de Oliva, Norma Rocío Chingual Vargas, María Teresa Hidrobo y otra serie de mujeres entusiastas que sembraron la semilla de lo que hoy es un evento de trascendencia regional. Estoy seguro, que en poco tiempo, será un atractivo, así como lo es nuestro carnaval.
Arañas peludas, patas de alacrán, gatos negros, aire pesado, la noche se vuelve nublosa, se sienten vientos huracanados, y si miras al cielo, ves flotando brujas, pero brujas de verdad, que cada mes de octubre se reúnen en Pasto, a disfrutar de los hechizos de la vida.

