Continuamos los nariñenses y en especial los moradores de la costa pacífica a la espera de la apertura de la vía Espriella- Río Mataje, un corredor binacional que es de vital importancia para nuestro departamento, pero que permanece cerrado por determinación del gobierno ecuatoriano, a pesar de las diligencias y trámites que se han hecho para que se ponga en funcionamiento.
Se trata de un paso entre Colombia y Ecuador, el cual es transcendental para la plena reactivación comercial en Tumaco y en general, en toda la costa pacífica, en lo que tiene que ver con el proceso de lograr la normalidad, luego de la grave emergencia sanitaria que se sufrió a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Lamentablemente esa anhelada reactivación no ha sido posible, puesto que desde la entrega de la vía Espriella-Río Mataje, lo que fue el año pasado, este paso permanece cerrado con grave detrimento para el comercio de nuestra región, motivo por el cual continúan alzándose las voces y los reclamos para que el paso sea abierto a la mayor brevedad posible.
Precisamente, el más reciente reclamo en torno a esta necesidad sentida de la costa pacífica de Nariño, proviene de la Cámara de Comercio de Tumaco, donde el clamor es unánime ya que la no entrada en funcionamiento del paso binacional es en estos momentos la causa para el evidente retraso en lo que tiene que ver con el desarrollo económico y social de la región.
En este orden de ideas, nos parecen más que atinadas las declaraciones de la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio del puerto nariñense, Zaida Mosquera Patterson, al expresar que es desde todo punto de vista lamentable que el Gobierno Nacional haya hecho una inversión de 240 mil millones de pesos en una vía que como La Espriella-Río Mataje que hasta el momento no presta ningún beneficio, debido a que se encuentra totalmente paralizada.
Lamentablemente esa anhelada reactivación no ha sido posible, puesto que desde la entrega de la vía Espriella-Río Mataje, lo que fue el año pasado, este paso permanece cerrado con grave detrimento para el comercio de nuestra región, motivo por el cual continúan alzándose las voces y los reclamos para que el paso sea abierto a la mayor brevedad posible».
En ese sentido, agregó la funcionaria, la decepción es grande, puesto que el año pasado, cuando fue inaugurada con la presencia del entonces presidente de la República, Iván Duque, se dijo que esta obra sería fundamental para dinamizar la economía regional, en un proceso en el que todos los sectores productivos de Nariño, con énfasis en la costa pacífica, tienen fincadas grandes esperanzas, las cuales todavía no se cristalizan.
Por este motivo, día a día crece la expectativa en torno a lo que sucederá con este paso binacional, al que se considera será fundamental para el intercambio comercial, especialmente entre Esmeraldas en Ecuador y Tumaco en Colombia.
Nos estamos refiriendo a una vía estratégica, que los dos países califican será un generador para el desarrollo social y económico de los dos países y de ahí ese clamor que sigue creciendo de parte del lado colombiano, mientras que, del sector ecuatoriano, esta es la hora en la que no se conoce ningún pronunciamiento oficial. Es asi como los procesos comerciales, sociales y turísticos de parte de Colombia, siguen estancados, en medio de una total incertidumbre.
Mientras tanto, es de destacar que a pesar de este delicado inconveniente el sector comercial de Tumaco avanza en una iniciativa denominada “Estrategia de Desarrollo Empresarial” que busca alternativas para llegar a la plena reactivación comercial que tanto se requiere en los actuales momentos.
Igualmente, el sector comercial de Tumaco espera tener un contacto directo con el señor presidente de la República, Gustavo Petro, para pedirle que interceda ante el gobierno del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, para que se proceda a la reapertura del paso binacional.
Se trata de una gestión que tiene carácter prioritario, puesto que es el Gobierno del Ecuador el que insiste en mantener ese cierre, paradójicamente por motivos comerciales.

