Por: P. NARCISO OBANDO
Ciertamente, muchos padres y madres aman a tal grado a sus hijos que sueñan para ellos con una vida envuelta entre nubes y libre de dificultades, sobre todo si es que les tocó pasar una infancia difícil y ahora tienen la posibilidad de evitarles sufrimiento.
De ninguna manera critico que los padres de familia se esfuercen para darle lo mejor a sus hijos, sin embargo, para todo hay límites, pues en vez de hacerles un bien pueden provocarles un grave mal, y sin quererlo, perjudicar su desarrollo psicosocial.
Desafortunadamente, en la actualidad y con tantas necesidades inventadas por el mundo globalizado en el que vivimos, los padres de familia no se dan cuenta del daño que les están ocasionando a sus hijos, queriendo resolver hasta la dificultad más insignificante, impidiéndoles madurar, tomar sus propias decisiones y hacerse responsables de sus actos.
Hay que recordar que los hijos están llamados a ser independientes y emprender su propio camino. Nada hay de reprochable en desear que no batallen, pero eso no les asegurará una vida feliz, plena y útil.
Es necesario dejar que los hijos aprendan a vivir tanto en la carencia como en la abundancia para que aprecien lo que tienen y, sobre todo, dejarlos tomar sus propias decisiones, bajo la guía, el consejo y el cuidado que nunca les debe faltar por parte de sus padres, sobre todo haciéndoles ver las consecuencias que tendrán sus actos y que serán ellos quienes tengan que enfrentar los posibles problemas que se vayan presentando y darles solución, porque algún día tendrán que volar de la casa paterna, convertidos en adultos responsables.
Aquí presento algunos consejos para que los padres ayuden a sus hijos a resolver la gran variedad de problemas, que sin duda se irán encontrando a lo largo de su vida: 1. Ayudarle a tolerar las frustraciones: No siempre conseguimos lo que queremos y ello no debe ser motivo de infelicidad ni de alteración de nuestro comportamiento. En el plano de la autoestima, debemos transmitirles que no deben desanimarse o deprimirse cuando alguna cosa que deseaban no la consiguen, porque no depende de sus esfuerzos, sino de otras circunstancias ajenas a ellos.
2. Evitar la sobreprotección: El hijo sobreprotegido desarrolla un autoconcepto caracterizado por la necesidad de ayuda, que alguien le diga lo que tiene que hacer y cómo hacerlo. 3. Fomentar que se relacione con grupos: Es necesario potenciar los vínculos que los adolescentes crean con sus iguales. La familia debe fortalecer, propiciar y alentar las relaciones con grupos fuera del entorno familiar.
4. Fomentar su creatividad: Desde casa también se pueden fomentar la realización de actividades que estimulen su sentido creativo, animándoles a realizar algunas tareas o actividades específicas de ello. 5. Ayudarles a proponerse metas: Los padres deben enseñar a los hijos que si quieren conseguir algo hay que proponerse metas u objetivos.
6. Fomentar la autonomía personal: Un objetivo importante en su educación es que aprendan a valerse por sí mismos, inculcarles una sana autonomía, que no es una independencia irresponsable. Fomentar la autonomía personal favorecerá el desarrollo de la autoestima.

