POR: PABLO EMILIO OBANDO
Con motivo de los 200 años de la Navidad negra en Pasto, ocurrida el 24 de diciembre de 1822, un grupo de intelectuales nariñenses busca que nuestras autoridades conmemoren este luctuoso hecho con actos reivindicatorios y académicos. Para muchos fue una consecuencia de la actitud asumida por los pastusos y su férrea oposición a Simón Bolívar en su pretensión de alcanzar una independencia de España. Para otros, la clara muestra de una terquedad llevada al extremo por líderes como Agualongo o Merchancano, lo que puede interpretarse como una defensa del rey de España.
Lo cierto es que en la nefanda noche del 24 de diciembre de 1822 se presentó una masacre de incalculables proporciones y de repercusiones históricas para el pueblo pastuso.
El ingeniero y escritor Roberto Segovia en compañía del historiador Enrique Herrera Enríquez visitaron poblaciones del vecino país ecuatoriano en búsqueda de descendientes de pastusos exiliados durante las campañas independentistas. Conversaron con algunos de ellos y en la actualidad preparan un texto recogiendo su testimonio.
A 200 años de la Navidad negra en Pasto, se pretende organizar una serie de eventos que permita conmemorar, esta página de la historia que aún genera reacciones adversas o de total rechaz».
Recordemos que la Navidad negra o sangrienta ocurrió el 24 de diciembre de 1822 como retaliación ante la posición pastusa con las tropas republicanas. El Batallón Rifles entró a la ciudad de Pasto a sangre y fuego masacrando a la población civil entre la que se encontraban mujeres, niños y ancianos. Los testimonios son aterradores y escritores de la talla de José Rafael Sañudo recogen y recopilan documentos que permiten entrever la matanza realizada por soldados del Batallón Rifles, al mando del mariscal Sucre, asesinado pocos años después.
José María Obando, militar y amigo de la independencia americana, registra en sus memorias históricas la saña con la cual fueron sometidos y ultrajados los pastusos, confiscadas sus tierras, exiliados y enviados a países vecinos como una retaliación a su férrea oposición a la presencia de tropas enemigas en su territorio. En sus primeros años militó junto a Agualongo en defensa de la causa realista.
A 200 años de este luctuoso hecho, se pretende organizar una serie de eventos que permita conmemorar, en esta ciudad, esta página de la historia que aún genera reacciones adversas o de total rechazo.