Por: MIGUEL HERNANDEZ
Parece mentira, pero los comentarios apocalípticos están tomando fuerza en los últimos años y dan cuenta de lo que está pasando alrededor del mundo y esa teoría está tomando fuerza en todos los círculos sociales.
No es para menos, pero parece que estamos viviendo un mundo totalmente patas arriba, como dicen algunos analistas, que se están yendo a los extremos pronosticando y aseverando que el mundo tiene sus días contados.
En los cinco continentes se habla de guerras, enfrentamientos entre razas, géneros, costumbres, ideologías, de tierras, política y de poder, ese poder de los líderes mundiales que quieren hacer lo que les plazca con tal de llamar la atención y tener atemorizado al resto de la humanidad.
No es para menos, en Rusia y Ucrania desde hace años se habló de este conflicto y ya son casi siete meses de guerra y así por el estilo en otros países como el nuestro, que ya pasamos los 50 años de darnos bala.
Algunos líderes luchan por el medio ambiente y la tierra parece que ya está cansada de sus moradores, y lo está avisando con los movimientos y temblores cada minuto en cualquier parte del mundo. Es poco lo que pueden hacer esos líderes por la tierra que ven los destrozos y crímenes contra la fauna y flora silvestre, selvas, páramos, ríos, lagunas y mares, donde se mira la mano del hombre en su afán de conquista y colonización.
Órganos judiciales no dan abasto por tanta delincuencia en todos los círculos sociales, demostrando así que ya no están ni les interesa estar sometidos a una religión ni ninguna ley que les impida actuar correctamente en sociedad, además de cometer sus actos delincuenciales gozan de la impunidad oronda demostrando el grado demencial en que estamos viviendo por estos días. No se queda nadie y todos actuamos hasta justicieramente por mano propia.
En Colombia no se salva de tan grave daño social y los platos rotos los están pagando los menores de edad, pues los casos de asesinatos y agresiones son, en unas cifras escandalosas, de locos, donde la justicia ha tenido que llegar a pensar en serio e implantar la pena de muerte para proteger a la población infantil de las agresiones hasta de sus propios progenitores.
¿Qué irá a pasar cuando los hombres de las leyes de nuestro país estén ocupados en resolver los grandes problemas políticos?
En redes sociales se puede mirar y analizar cómo nuestro país está pasando una de las peores épocas, no solo por la llegada del socialismo al Congreso y a la Casa de Nariño, sino porque es tiempo de sacar los trapos al sol y los están ventilando. Uno se puede dar cuenta con quién contamos tanto para ‘los de arriba’ como ‘los de abajo’.
Los ‘de arriba’ los empresarios y dueños, y ‘los de abajo’ los del pueblo-pueblo.
Esperemos que toda esta hecatombe en la que estamos involucrados pase lo más pronto. Les aseguro que todo esto pasa luego de haber perdido familiares, negocios, trabajos, plata y oportunidades de una vida mejor después de haber estado encerrados, enfermos y entubados en una UCI esperando un milagro de vida.