Editorial Diario del Sur

HECHOS DE SANGRE QUE NOS ALARMAN

El segundo caso de sicariato en un mes en nuestra ciudad de Pasto se constituye en un hecho que nos alarma, puesto que nos estamos refiriendo a unos episodios de violencia no muy comunes en la capital nariñense, los cuales vuelven a presentarse para nuestra preocupación e inquietud.

En ese sentido, recordamos como el pasado 16 de septiembre, en la Avenida de Las Américas, fue asesinado a bala un hombre, que se encontraba al interior de un almacén de repuestos para vehículo y ahora en las últimas horas, el pasado lunes, otro hombre también fue muerto con arma blanca, en el momento en que dejaba a su hija frente a la puerta de un colegio.

Por el momento, se desconocen las causas de estos homicidios, pero lo que sí sabemos es que es alarmante que estos hechos de sangre se hayan presentado a plena luz del día, lo que demuestra la sangre fría y sevicia de quienes les quitaron la vida a estas personas.

Lo que también nos queda claro es que esta clase de trágicos episodios contribuyen a crear zozobra en nuestra comunidad, puesto que nos indican que tras las sombras en nuestra ciudad se ocultan unos gestores de la violencia, personas despiadadas a quienes no les importa nada las vidas de los demás; solo el dinero que puedan recibir por sus execrables acciones; individuos que, por un puñado de billetes, no vacilan en despojar de su vida a cualquiera.

En efecto, por lo que se ha podido establecer en el marco de las investigaciones, estas dos muertes a las que estamos haciendo referencia, no están relacionadas con los, eso sí, frecuentes casos de intolerancia que se presentan en Pasto, los cuales también son causantes de homicidios, en especial cuando hay licor de por medio.

El segundo caso de sicariato en un mes en nuestra ciudad de Pasto se constituye en un hecho que nos alarma, puesto que nos estamos refiriendo a unos episodios de violencia no muy comunes en la capital nariñense, los cuales vuelven a presentarse para nuestra preocupación e inquietud».

No, en estos dolorosos episodios todo apunta a que los mismos fueron obra de sicarios, contratados para matar y esto es algo que deben tener muy en cuenta nuestras autoridades, puesto que dos asesinatos de esas características en menos de 2 meses son para que la intranquilidad cunda por doquier.

Precisamente cuando afrontamos como ahora, estas expresiones de la más auténtica violencia criminal, no podemos menos que añorar esos tiempos, en los que nuestra ciudad era considerada como un verdadero remanso de paz, ajena a esas situaciones de criminalidad. En ese sentido, Pasto aparecía como una de las ciudades más seguras del país, donde la ocurrencia de un asesinato era alto extraño y esporádico, puesto que, en esas épocas, los hechos judiciales de mayor relevancia, eran las peleas de borrachos que a cada momento se formaban en el antiguo sector del 20 de Julio donde hoy se levanta la Plaza del Carnaval y la Cultura.

Ahora, lo que está pasando nos muestra que lamentablemente los tiempos han cambiado y ya esta ciudad de Pasto no es tan segura como en tiempos pretéritos y de ahí los casos de violencia que se vienen registrando.

De allí nuestro llamado para que nuestras autoridades refuercen sus operativos de seguridad y vigilancia. Sabemos muy bien que los episodios de asesinatos, son imprevisibles, pero estamos seguros que con un fortalecimiento de los operativos policiales es mucho lo que se puede lograr en este permanente enfrentamiento de nuestras autoridades con la delincuencia y sobre el particular, como ciudadanos de bien, siempre debemos estar dispuestos a colaborar con nuestra fuerza pública.

Estamos seguros que, con el apoyo de todos nosotros, será mucho lo que contribuiremos a ese necesario mejoramiento de la seguridad en nuestra ciudad de Pasto.