Por Hernán Insuasti Gonzales (Acord)
Dos situaciones ridículas observamos los últimos días en la Liga del fútbol profesional colombiano, las cuales sin lugar a dudas hay que catalogarlas como unas verdaderas payasadas.
La más reciente es el regreso por décima vez del técnico uruguayo Julio Avelino Comesaña al Junior de Barranquilla. En todas esas oportunidades llega con bombos y platillos como la salvación para el equipo ‘tiburón’. Sin embargo, nadie pareciera recuerda que las nueve salidas o despidos de Comesaña han sido por malos resultados, o sea, se fue por la puerta de atrás.
En medio de esos ires y venires del charrúa, se nos viene a la memoria la gran cantidad de entrenadores que pasaron por allí y que duraron realmente poco. Entre otros podemos citar a los siguientes: Alexis García, Giovanni Hernández, Alberto Gamero, Alexis Mendoza, Luis Fernando Suárez, Amaranto Perea y Juan Cruz Real. ¿Será que uno de ellos no servía para mantenerse un poco más? Esa situación es propia de aquellos que tienen plata hasta para tirar a la basura, algo que no nos importa porque es asunto de ellos, pero sí podemos reflexionar en que hay muchas cabezas huecas en nuestro balompié como los dirigentes de ese club.
Las determinaciones equivocadas que se adoptan en Junior de Barranquilla ocasionan que el equipo no de pie con bola en el ámbito internacional».
Otro panorama abominable que observamos en esta Liga II, es esa imagen que en cada juego de Nacional nos mostraba la televisión. Ver a tres técnicos como Hernán Darío Herrera, Pedro Sarmiento y Carlos ‘Piscis’ Restrepo, todos con caras de angustia, dialogando para dirigir un partido es penoso. De ellos no se hacía uno, simplemente porque Herrera era el principal, mientras que los demás que estaban tras el puesto de él no le iban a dar la clave para tratar de acertar en el manejo de un encuentro, o sea, todo se hacía con un alto grado de hipocresía.
Cuando un entrenador no lleva a sus hombres de confianza y es el club que impone su gente, pues estos llegan para hacerle el cajón a quien está al mando, algo que ya pasó porque Sarmiento se quedó con el puesto del ‘Arriero’ que, si bien logró un título en el primer semestre del año, eso se dio gracias a sus jugadores, porque tácticamente ese conjunto verdolaga no jugaba a nada.
Seguramente estos equipos con los cambios harán una buena campaña, pero uno no se puede privar de decir lo que ve. En Junior han pasado muchas cosas insólitas, porque además de lo que acabamos de referir, históricamente hubo equivocaciones garrafales en las contrataciones de futbolistas, por eso, los seguidores de esta escuadra deberían avergonzarse de lo que es su dirigencia.