En la tarde del pasado martes los habitantes de la ciudad de Pasto, nos vimos sorprendidos por una lluvia torrencial, acompañada de granizo y descargas eléctricas.
Durante varios minutos el agua cayó sobre la capital nariñense con una fuerza que hacía tiempo no veíamos, lo que nos confirma una vez más que las advertencias que nos viene haciendo el Ideam están bien encaminadas y nos espera en estos meses finales del año, una temporada de lluvias a la que le deberemos prestar la mayor atención.
Lo cierto es que lo que observamos el anterior martes, de manera obligada lo tenemos que tomar como una fuerte campanada de alerta, para que el invierno no nos vaya a tomar de sorpresa.
En ese sentido, nos parece afortunado que el violento aguacero que se desparramó sobre varios sectores de Pasto, no se haya prolongado por mucho tiempo o, de lo contrario tememos que nos hubiéramos visto abocados a una grave emergencia. Si, llovió muy duro, pero no por tanto tiempo, pero fue tanta la violencia, que se alcanzaron a registrar varias inundaciones, las que no pasaron a mayores.
Valga ese preámbulo de lo ocurrido anteayer, para reiterar el llamado a que por ningún motivo vamos a desestimar, las alertas que nos vienen lanzando las autoridades metereólogicas sobre la temporada invernal que nos espera este fin de año.
Lo que se anuncia para Pasto y nuestro departamento de Nariño en general, es una temporada invernal de gran intensidad, puesto que se sigue bajo la influencia del fenómeno de la niña y ya sabemos que esto se constituye en un anuncio certero de que vamos a tener aguaceros históricos.
Lo que se anuncia para Pasto y nuestro departamento de Nariño en general, es una temporada invernal de gran intensidad, puesto que se sigue bajo la influencia del fenómeno de la niña y ya sabemos que esto se constituye en un anuncio certero de que vamos a tener aguaceros históricos».
Todos sabemos los enormes dolores de cabeza que en el pasado nos han causado las temporadas invernales en la geografía nariñense. En efecto, en desarrollo de esos días de lluvia, siempre tenemos grandes inundaciones, en especial en los sectores de la costa Pacífica, causadas por los desbordamientos de quebradas y ríos, así como deslizamientos y derrumbes, que deterioran y vuelven intransitables las carreteras, destruyen puentes y en más de una ocasión de manera lamentable, el invierno se ha constituido en una herramienta de muerte, que en nuestra región se ha llevado muchas vidas.
Es por ello, que luego de la demostración que acabamos de tener en torno a la furia de la naturaleza, que hoy instamos a los alcaldes de los 64 municipios de Nariño, para que, de una vez por todas, pongan en marcha los planes de contingencia, para evitar que el invierno nos vaya a sorprender, como ha ya ocurrido muchas veces.
Por lo tanto, la reactivación de los comités de emergencia, es un deber ineludible de los mandatarios municipales, puesto que ellos tienen la obligación de proteger a sus comunidades con todos los medios a su alcance.
Ya, con ese tremendo aguacero que se desencadenó sobre Pasto, tenemos que al igual que el Ideam, la naturaleza nos hace un llamado de alerta, el cual debemos tener muy en cuenta, puesto que no solo fue la capital nariñense, el escenario de esas fuertes precipitaciones, sino que también se registraron fuertes lluvias en otros municipios del departamento.
Esperamos entonces, que con un manejo responsable por parte de las autoridades, podamos enfrentar con éxito el reto que ya dio su primer aviso, como lo es, una fuerte temporada invernal, pronosticada para esta zona sur del país, hasta mediados de diciembre. Lo importante es actuar de manera eficaz, con la puesta en marcha de campañas de prevención para que sepamos muy bien a que atenernos.