Por: Alvaro Moreno Díaz.
En este mes de septiembre se celebra el conocido y único (solo existe en Colombia), día del Amor y la Amistad, fecha que nos llena de regocijo y alegría por compartir con el ser amado un momento de afecto, estamos pendientes de los detalles y los regalos, ¿pero en verdad nos hemos puesto a pensar en el significado de amar?
Muchos creen, equivocadamente, que el amor es poseer a la otra persona y se dedican a celar, por que con esta actitud supuestamente demuestran lo mucho que quieren a alguien, comienzan las escenas de celos; y hasta en la literatura universal se muestran los efectos nefastos de este sentimiento: Otelo en la obra maestra de William Shakespeare, mata a Desdémona enceguecido por la rabia y el dolor, impulsado por una traición que solo tiene en su mente.
Es ahí donde debemos entender que los celos son una enfermedad y que no demuestran el cariño, son más bien una negación al amor propio y a la autoestima que toda persona debe tener, y en muchos casos deben ser tratados, diagnosticados y en lo posible curados.
Lastimosamente en Colombia muchos de los feminicidios y ‘crímenes pasionales’ son producto de una equivocada visión del amor, donde algunos hombres, no aceptan la pérdida y en momentos de rabia cometen locuras. El amor es una energía que debe fluir, no se puede controlar, sino que más bien la debemos analizar y comprender, ya que no se puede obligar a querer.
Para terminar ahí les va un consejo a aquellos hombres y mujeres, que creen que entre más celan más quieren.
En estas fechas demuestre su amor no con regalos, detalles o serenatas sino más bien muestre su empatía y comprensión hacia el ser amado controlando su celopatía.
Si usted es de las personas que no acepta que otra u otro esté cerca de su pareja, si siente amenazada su estabilidad emocional, y cree que puede venirse abajo su ‘nido de amor’ porque el objeto de su deseo oye, mira o habla con alguien más, es mejor que ese dinero que gasta para desbordarse con ‘presuntas’ muestras de afecto, lo utilice para pagar una buena terapia psicológica, que tal vez lo ayude a no estar en el prontuario delictivo de la Policía por dejarse llevar por su desbordada y equivocada visión del amor.

