Mucha publicidad se le ha dado al Corredor Binacional Espriella-Río Mataje que en zona fronteriza une a Colombia con Ecuador, puesto que a pesar de que el proyecto se encuentra concluido el puente no ha sido habilitado por el gobierno ecuatoriano, por lo que la obra en sí no está cumpliendo ningún cometido.
Su objetivo es el de lograr una conectividad internacional, al abrirle la puerta a un nuevo paso fronterizo entre los dos países que impulsaría el comercio binacional, en razón a que los transportadores pueden acceder a Ecuador desde el puerto de Tumaco, que de esta manera se acercaría a los puertos ecuatorianos de Esmeraldas y San Lorenzo.
Lo cierto es que, luego de muchos esfuerzos y avatares, el Corredor Binacional Espriella-Río Mataje quedó listo el año pasado y el acto de apertura contó con la presencia del entonces presidente de la República, Iván Duque, quien en esa oportunidad hizo énfasis en que las carreteras unen vidas y realidades económicas, pero principalmente abren la esperanza para la transformación de las comunidades.
Destacó Duque, y en ello estamos plenamente de acuerdo, en que este corredor es el anhelo de mucho tiempo de muchísimas comunidades azotadas históricamente por la violencia y la exclusión, las que esperaron con mucha expectativa su culminación, la cual demandó una inversión de 240 mil 600 millones de pesos. Si bien, esta obra a nivel local ha servido para que muchas comunidades rurales hayan acortado de 5 a 2 horas la distancia hasta el puerto de Tumaco, en cambio hasta el momento no ha servido de nada, en lo que tiene que ver con el tránsito internacional.
En efecto, resulta doloroso reconocer que desde su inauguración ya hace varios meses, el corredor binacional Espriella-Río Mataje se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los moradores de la costa pacífica nariñense. Esto debido a la actitud asumida por el gobierno de la vecina República del Ecuador, que no ha autorizado el paso desde el puente Mataje, con lo que se genera en el lado colombiano una gran incertidumbre, ante los perjuicios económicos que ese impedimento ocasiona a los dos países.
«Lo triste es que todo apunta a que este cierre por parte del Gobierno del Ecuador en este sector de la frontera entre los dos países, tiene motivos netamente económicos, puesto que lo que buscaría el presidente Guillermo Lasso es que no haya una desbandada de compradores ecuatorianos hacia Colombia».
Nos encontramos entonces que luego de su rimbombante inauguración, esta es la vía binacional más desafortunada del mundo, como bien lo afirma el exdiputado de Nariño y actual asesor de Fronteras del Distrito de Tumaco, Alex Córdoba.
Por ello, este proyecto que se demoró 32 años en ser ejecutado, por la falta de interés de muchos gobiernos, se encuentra inutilizado para los fines para los cuales fue construido, puesto que, del lado del Ecuador, este sector fronterizo nunca se ha abierto, para impedir el paso de miles de migrantes hacia ese país. Esto teniendo en cuenta que del lado ecuatoriano no se cuenta con la presencia de autoridades de control y solo existe una caseta de madera, que permanece vacía, Mientras tanto, de manera paradójica del lado de Colombia, sí se dispone de un puesto de control, con presencia de personal de la Dian y la Policía Aduanera, cuyos integrantes prácticamente no tienen nada qué hacer, puesto que la vía se encuentra totalmente cerrada.
Lo triste es que todo apunta a que este cierre por parte del Gobierno del Ecuador en este sector de la frontera entre los dos países tiene motivos netamente económicos, puesto que lo que buscaría el presidente Guillermo Lasso es que no haya una desbandada de compradores ecuatorianos hacia Colombia. Esto explicará el montón de pretextos que ha esgrimido Ecuador para no abrir el paso, como lo han sido la pandemia de Covid-19, a pesar de que como todos lo sabemos la presencia del virus ha disminuido de manera considerable en nuestro medio.
Aparte del pretexto del Covid-19, el gobierno ecuatoriano también aduce que del lado colombiano se tiene la presencia de grupos subversivos, delincuenciales y de narcotraficantes, por lo que consideran habría un riesgo en caso de hacer la apertura del Puente Mataje.
Entonces, tenemos que la triste realidad es que el Puente Mataje se encuentra inhabilitado, en tanto que han sido inútiles los esfuerzos que se han hecho del lado colombiano para hablar al respecto, con representantes del Gobierno del Ecuador, como un intento reciente de la alcaldesa de Tumaco, Emilsen Angulo, el cual resultó fallido, por lo que sigue la expectativa.