Hoy quiero subirme al bus de la gloria en la que está viviendo mi equipo sureño y es que la verdad da mucha alegría, cuando nuestro tricolor está en lo más alto de la tabla y los comentarios no se dejan esperar por toda la afición, por lo que ha hecho hasta el momento al cerrarse el último partido de la octava fecha del torneo de fútbol profesional colombiano y nuestro Deportivo Pasto está ubicado en la tercera casilla de la tabla general de posiciones.
Prácticamente el Deportivo Pasto hizo su pretemporada en el torneo pasado y en plena competencia fueron presentados los refuerzos que llegaron a engrosar las toldas de nuestro equipo fronterizo, por allí se les miró algunos chispazos de fútbol que auguraban que tarde que temprano llegaría su fluidez de cada jugador en la gramilla, mostrando su repertorio y recorrido ante la mirada analítica del técnico tolimense al servicio del Pasto.
El momento que está viviendo nuestro equipo ya está cosechando lo anteriormente sembrado, digo del anterior torneo de la liga uno y, que el Deportivo Pasto no alcanzó ni a clasificar entre los ocho del torneo y ahora es otra historia la que están contando la plantilla titular donde se puede ver un juego bastante alegre sin complicaciones y haciendo goles lo que es lo más importante del fútbol y sumando de a tres para ir escalando en la tabla.
Es una alegría despertar después de derrotar en la noche del lunes pasado al Once Caldas de Manizales, con un buen futbol de ataque sobre todo en el primer tiempo donde se consiguió los dos goles que le hizo al onceno visitante con buena presencia de público en el remodelado estadio Libertad, ojalá que ese buen fútbol que está exhibiendo en todos los estadios colombianos y dé buena cuenta cuando esté de visitante y podamos ver sus hazañas futboleras.
Hace un buen tiempo que no escribía algo sobre nuestro equipo amado, fue un largo sufrimiento y de tremendas bailadas que le pegaron al equipo, hasta en nuestro propio estadio el cual en otrora siempre fue un fortín, donde los visitantes se ahogaban tratando de llegar a la portería pastusa, ya sin aliento para hacerle daño a nuestro equipo, afortunadamente todo ha cambiado y ojalá que los puntos lleguen a las arcas del equipo volcánico.
Al final tenemos que decir que parece que hay una buena relación familiar, tanto las directivas como todo el plantel de jugadores entre los nacionales, los canteranos y los extranjeros, los cuales están dando cátedra de buen fútbol, no solo en el Libertad sino en muchos estadios colombianos donde le ha tocado pisar, hoy estamos con las mieles de la victoria y ojalá nuestro remodelado estadio vuelva a llenarse y sea en el próximo partido de nuestro equipo amado.
POR: MIGUEL HERNÁNDEZ

