Carlos Nastacuas, concejal.

Comunidades indígenas del Pacífico nariñense solicitan trabajar por la paz total

Las comunidades indígenas tras los últimos acontecimientos de violencia que se vienen presentado en su territorio y teniendo en cuenta que el Gobierno Nacional ha iniciado su mandato y la construcción del Plan de desarrollo, ha levantado su voz para realizar sus peticiones. Entre las principales están, trabajar por la paz total, promover espacios educativos y garantizar vías terciarias y conexiones eléctricas.

El concejal de Tumaco y representante de la Unidad indígena del Pueblo Awá, Unipa, Carlos Nastacuas, comentó “históricamente el pueblo indígena Awá siempre ha pagado las consecuencias de toda la violencia que ha ocurrido en el país y en nuestra región; en ese orden las comunidades indígenas asociadas en la Unipa que estamos en Tumaco, Barbacoas, Roberto Payán, Samaniego y Ricaurte solicitamos al gobierno trabajar por la paz total”.

Al ser esta una de las banderas que llevó al actual gobierno al poder, desde la Unipa han indicado que se espera que cumpla con lo prometido, “así como el gobierno profano en su discurso, nosotros esperamos que esa paz total de la que hablan llegue a los territorios, que para nosotros no es únicamente silenciar los fusiles sino también que llegue el estado con sus inversiones a transformar a las comunidades indígenas y la región del pacífico como tal”.

Solicitudes

En este mismo sentido las comunidades indígenas han expresado, “vemos con buenos ojos que se facilite el ingreso a las universidades a los jóvenes de esta región que tanto lo necesita ya que son ellos quienes realizarán en el futuro los aportes y emprendan el camino de la transformación que necesitamos en el Pacífico. Necesitamos que se ofrezcan todas las carreras como en otros municipios para que los jóvenes no tengan que salir del territorio y desertar de su educación por falta de recursos para sostenerse”.

Finalmente se comentó que es necesario apostarle a la conexión de los diversos corregimientos con las cabeceras y entre municipios, para garantizar que los productos agrícolas sean el centro de la economía de las comunidades indígenas, dejando de lado el cultivo de la coca, ya que muchas veces se cae en ello por la falta de oportunidades, garantías y presencia del estado con proyectos.