Mathew Charles, investigador

Forman en periodismo a víctimas de violencia

60 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre 14 y 18 años de edad, que viven en un contexto de violencia en Bogotá, Buenaventura, Saravena (Arauca) y Tierralta y Puerto Libertador (Córdoba) se formarán en periodismo y producción audiovisual por medio del proyecto Mi Historia (www.mihistoria.co), portal de noticias que lidera la Universidad del Rosario, con el apoyo del Reino Unido.

Con el portal Mi Historia (www.mihistoria.co) se busca apoyar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven en un contexto de violencia para que puedan desarrollar la autoconfianza y fortalecer la autoestima. Se usa el periodismo como herramienta que les permita explorar no solo el mundo que los rodea sino también a ellos mismos, dijo Mathew Charles, investigador del Observatorio Colombiano de Crimen Organizado de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario.

 “Estos sesenta niños, niñas, adolescentes y jóvenes recibirán un diplomado de la Universidad del Rosario. El objetivo es producir un proyecto sostenible que proporcione oportunidades de empleo y formación, financiado por the Arts and Humanities Research Council del Reino Unido”, comentó el investigador.

 La violencia continúa en Colombia da forma no solo a cómo los actores externos perciben al país, sino a cómo las personas y comunidades se perciben a sí mismas, construyen recuerdos e identidad y crean y comparten creencias y valores. Esto ha creado una “identidad negativa” que no solo causa traumas en las vidas de los jóvenes, sino que también restringe a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes colombianos para que imaginen un futuro diferente, explicó.

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Para Mathew Charles, “nuestro proyecto busca engendrar paz y reconciliación mediante el fomento de la creación de nuevos imaginarios, de nuevas formas con las que los jóvenes piensen sobre la sociedad, captadas en imágenes e historias”.

 “El objetivo es mejorar la confianza y la autoestima entre los adolescentes vulnerables en una comunidad, donde la vida dentro de un grupo armado se percibe como una opción de vida legítima. La esperanza es que, al informar sobre sus propios barrios y sus propias vidas, podamos fomentar nuevos imaginarios para generar resistencia y promover alternativas pacíficas”, señaló.

“Trabajamos en algunas de las comunidades más violentas de Colombia donde los niños, niñas, adolescentes y jóvenes viven en situaciones precarias. Son municipios con grandes retos socioeconómicos caracterizados por altos niveles de pobreza, alto desempleo y sistemas educativos débiles, dijo el investigador del Observatorio Colombiano de Crimen Organizado de la Universidad del Rosario.