La Fundación Juan Corazón con brigadas médicas, de apoyo sicosocial y actividades de prevención de riesgos recorre la ciudad y municipios del departamento.
La Fundación Social Juan Corazón de Pasto, desde el año 2014 viene desarrollando un acompañamiento a las poblaciones vulnerables de la ciudad. Ahora han emprendido la meta de ofrecer sus servicios a diversos municipios del departamento.
Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar principalmente a las comunidades más vulnerables, aportando a mejorar la calidad de vida, llevando bienestar y felicidad a los territorios.
El director de esta fundación sin ánimo de lucro, Juan Antonio Ruiz Montoya, manifestó “nosotros pretendemos llevar bienestar y alegría a las comunidades. Iniciamos nuestro trabajo el 19 de agosto de 2014 cuando desarrollamos la primera brigada médica. Iniciamos en la ciudad, pero con el aumento de voluntarios nos hemos ido extendiendo a varios municipios de Nariño, y esperamos ofrecer nuestra ayuda en los 64”.
Promueven bienestar
Según lo expresado por Ruiz, la fundación tiene 5 líneas de acción, pero en el momento se ejecutan solo tres.
“Nosotros trabajamos con las comunidades ofreciendo tres programas: la brigada médica denominada Salud con corazón, el escuadrón de emergencias Ranger, que es un equipo de socorro, y el grupo sicosocial, llamado Comunidades prósperas”.
Entre los últimos territorios beneficiados está el barrio Nueva Aranda que con el apoyo de la Fundación Misericordia Divina acompañaron a las madres cuidadoras de población con necesidades especiales y con habitantes de calle. También se lideró una jornada con el Ejército en Los Andes, beneficiando a aproximadamente 600 habitantes. “La última actividad que hicimos fue en el corregimiento Cuatro Esquinas en Túquerres. Fuimos hasta allá y ofrecimos todos nuestros servicios”, dijo.
Equipo de voluntarios
Esta iniciativa está conformada por 130 voluntarios quienes se han comprometido a llevar bienestar y felicidad a las poblaciones. La gran mayoría son personas profesiones en el área de la salud y de gestión del riesgo. Esta fundación se logra mantener gracias a las donaciones y convenios que se realizan con instituciones municipales o departamentales. Es un grupo de profesionales que no cobran por sus servicios, solo realizan su vocación social.
Lo que esperan de aquí en adelante es aumentar el número de voluntarios, llegar a muchos más territorios y activar los dos programas restantes, la escuela de artes Abra Cadabra y el grupo ambiental Celtas guardianes de vida.