Hace diez años, cuando tenía mis esperanzas puestas en que el gobernador elegido me iba a ubicar en el equipo de comunicaciones, teniendo en cuenta el arduo trabajo que había realizado en la campaña para la elección, pensé que de alguna manera tendría que retribuir a la sociedad con algo, todo lo que ella me había sabido dar, fue en aquel momento que surgió la idea de organizarme con algunos amigos para comenzar a dictar talleres de formación musical de manera gratuita a niños, jóvenes y adultos de la ciudad, brindándoles una oportunidad del buen uso del tiempo libre.
Las cosas no salieron como me lo esperaba en el campo laboral, lastimosamente todo se quedó en simples promesas por parte del gobernador electo, un clásico de estas personas, cuando nos necesitan son abrazos y felicitaciones después de electos otro gallo canta, sin embargo, la idea de los talleres resultó un importante aliciente para seguir escribiendo otras páginas en mi historia particular.
Cuando organice los talleres mantuve la idea de dictar los mismos de manera gratuita, de mi propio peculio compré una organeta, comencé a organizar guías, me reuní con presidentes de juntas, sacerdotes y líderes para que me permitirán hacer realidad esta iniciativa, fue precisamente una de estas personas quien me dijo que lastimosamente el trabajo gratuito no era muy bien visto por la comunidad, y de allí surgió la idea de hacer un cobro simbólico y de esta manera generar una relación recíproca de responsabilidad entre estudiantes y profesor.
Recuerdo con nostalgia todo lo vivido, los estudiantes que empezaron siendo niños y ahora son hombres y mujeres de bien, las personas adultas que son sinónimo de constancia, todos los estudiantes que durante estos diez años han hecho parte de los talleres que ya no son solo de guitarra y organeta, ahora son de técnica vocal, violín, charango, batería, danzas, pintura en cerámica, manualidades entre otros.
No puedo dejar de sentirme orgulloso de todo lo que hemos logrado, ganadores de convocatorias a nivel municipal, departamental y nacional, la organización de un sin número de grupos como colectivos coreográficos infantiles, tuna, coros, grupos de música andina, tríos, grupos de danza, banda de paz, con los cuales he aprendido y me he formado cada día más para dar lo mejor de mí. De la mano de estas metas logradas también ha surgido la idea de apoyar a las personas que pasan necesidad es así como en semana santa y diciembre de nuestros propios ingresos y en conjunto con los estudiantes llevamos mercados, ropa o juguetes a quienes en este momento no la están pasando muy bien.
Con estas palabras antes que buscar una dádiva o un aplauso busco enviar un mensaje a todos ustedes quienes se han detenido un momento a leer estas líneas, la vida te presenta muchas posibilidades para ser feliz, solo hay que saber aprovechar las mismas, no dejarse vencer por las adversidades, por el contrario, transformarlas en oportunidades, y lo más importante, hacer todo con amor, para que así, las ideas o proyectos crezcan cada día un poco más. Todo esto tiene que alimentarse de entrega, sacrificio y también tener presente que en algún momento es necesario reinventarse, pues solo de esta manera podremos responder de forma acertada a los nuevos desafíos que día tras día van surgiendo.
A mis estudiantes y compañeros de camino agradecerles por todo lo brindado y reafirmar el compromiso de continuar trabajando en este sueño, el sueño de todos con la misma pasión y dedicación como en aquel 2012.
Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera

