Ante el proyecto que contempla la Reforma Tributaria que acaba de ser presentada a consideración del Congreso de la República que se refiere al posible desmonte del subsidio de la gasolina en Nariño, nos parece que muy temprano, recién posesionados, nuestros senadores y representantes a la Cámara, tendrán que empezar a mostrar su casta, para impedir que se concrete una medida que sería sumamente perjudicial para nuestra región, como sería la eliminación de ese beneficio tributario.
En efecto, es el momento para que la bancada de Nariño, conformada por los senadores, Liliana Benavides, Berner Zambrano, Robert Daza y Polivio Rosales, así como los representantes, Ruth Caicedo de Enríquez, Juan Daniel Peñuela, Teresa Enríquez, Gilberto Betancourt, Erick Velasco y Gerson Lisimaco Montaño Arizala, se pongan la camiseta del departamento e integren un frente común, sin ninguna clase de diferencias partidistas, para luchar contra una iniciativa que a todas luces será lesiva para esta zona sur del país.
En efecto, el propósito que contempla la nueva Reforma Tributaria de eliminar los subsidios de los que en estos momentos gozan las zonas de frontera y aplicar la tarifa nacional, sería una verdadera debacle económica para Nariño puesto que provocaría un impacto negativo en toda clase de actividades que afectaría a miles de personas.
«Nos parece que muy temprano, recién posesionados, nuestros senadores y representantes a la Cámara, tendrán que empezar a mostrar su casta, para impedir que se concrete una medida que sería sumamente perjudicial para nuestra región, como sería la eliminación de ese beneficio tributario».
Nos parece entonces que nos enfrentamos a una situación bastante compleja que perjudicaría a numerosos sectores, comenzando por el transporte de servicio público y de carga pesada, puesto que, al faltar el beneficio tributario representado en el subsidio a la gasolina, el único camino que quedaría, será el de aumentar el costo de los pasajes y de los fletes, en detrimento de los pasajeros.
Se trataría de un hecho que, sin duda, también repercutiría en la canasta familiar, además de disminuir de manera notoria la competividad ante los otros territorios.
En otras palabras, estamos hablando que, en caso de ser aprobado el desmonte del subsidio, de la noche a la mañana nuestro departamento de Nariño, empezaría a perder 22 mil millones de pesos mensuales, lo que en un año suma 264 mil millones de pesos, lo que indica con claridad la gravísima amenaza que se cierne sobre nuestra economía.
Por ese motivo desde ya la bancada del departamento de Nariño debe estar lista para dar la gran batalla, acompañada por nuestro gobernador, Jhon Rojas Cabrera. En ese sentido, nos parece que lo ideal es unirse con los mandatarios y congresistas de las otras zonas de frontera que se verían afectadas por el posible desmonte del subsidio, para poner en marcha una mesa de trabajo, mediante la cual pueda haber un diálogo con el presidente de la República y su ministro de Hacienda, tendiente a conservar ese transcendental beneficio tributario.
Como ya lo expresó el senador nariñense Robert Daza, se trata de una iniciativa muy dañina para los intereses económicos de nuestra región, con la cual se incrementaría, la pobreza y la hambruna.
Estamos viendo entonces que se trata de una amenaza muy peligrosa para Nariño y otras zonas del país, por lo que apoyamos de manera decidida la convocatoria que ha hecho el gobernador, Jhon Rojas Cabrera a los congresistas nariñenses para que se analice a fondo la Reforma Tributaria y se inicie una gran lucha para que el subsidio a los combustibles siga llegando a nuestro departamento, con herramientas efectivas que eviten el contrabando y el desvío de los beneficios.
Consideramos que ante la coyuntura que se presenta, el camino a seguir es el de la unión de la totalidad de los congresistas de Nariño y su gobernador, para no permitir que se desmonte el subsidio, bloque de la que también deben hacer parte gobernadores, senadores y representantes a la Cámara, de las otras zonas de frontera, también amenazadas con este desmonte. No olvidemos que la unión hace la fuerza.

