El Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal, Gaula, de la Policía y el Gaula Militar, desarrollan acciones para mitigar el delito relacionado con la extorsión en la zona fronteriza, donde en los últimos meses se han registrado una serie de denuncias de las diferentes modalidades de extorsión y secuestro.
La patrullera Lucely Mueses manifestó que en su mayoría el modus operandi que se está usando por parte de los delincuentes en el delito de extorsión es la modalidad carcelaria, donde los delincuentes llaman a sus víctimas haciéndose pasar por un grupo armado al margen de la ley para exigir dinero. En caso de no realizar estas entregas económicas, amenazan con atentar contra la integridad de las víctimas.
Investigaciones
“Hasta el momento no se ha logrado establecer que estas llamadas sean de cárceles del departamento de Nariño si no de cárceles como Valledupar, Bogotá y Boyacá. El Gaula hace un llamado a la ciudadanía a que realicen las respectivas denuncias en caso de ser víctima de estos criminales directamente con las líneas gratuitas del Gaula Policía 165 y línea del Gaula Militar 147 Yo no pago, yo denuncio delitos del secuestro y la extorsión”, dijo la patrullera.
Por otra parte, las autoridades han resaltado la importancia de conocer los procesos que llevan a cabo los delincuentes, lo cual los ha llevado a indagar la actividad de cómo obtienen la información para extorsionar a la comunidad, la cual por miedo accede a cumplir con los requerimientos por parte de los delincuentes.
Modus operandi
Los integrantes de la fuerza pública han comunicado que estas personas consiguen la información a través de redes sociales donde por lo general las personas o empresas realizan la publicación de los servicios que prestan. Así acceden al número de celular, y es por donde los delincuentes aprovechan desde los centros carcelarios a contactar a sus víctimas y solicitan el servicio que la persona o empresa brinde, el cual por lo general lo solicitan para una zona rural.
Cuando están en el lugar que supuestamente van a prestar el servicio, ingresa una llamada donde se hacen pasar por grupos ilegales al margen de la ley. Les manifiestan que desde la montaña un francotirador les está apuntando. En algunas ocasiones son secuestrados, por lo cual proceden a intimidar a las víctimas, tanto psicológica como físicamente.

