Terrible, por decir lo menos, las secuelas que viene dejando el denominado ‘plan pistola’ en sus macabros ataques en contra de los organismos de la Fuerza Pública, agentes de la Policía y soldados.
De acuerdo con las cifras que se manejan hasta el momento, en lo que va corrido del presente año ya serían 35 los policías y 24 los integrantes del Ejército asesinados en diferentes regiones del país, en lo que se constituye en una cifra aterradora y en una verdadera matanza contra nuestros servidores públicos, orquestada por los cabecillas del Clan del Golfo.
Nos estamos refiriendo a unos dolorosos hechos que, precisamente, se han incrementado días después en que los integrantes de esta organización firmaran una carta al presidente electo, Gustavo Petro, en el que expresan su intención de firmar la paz.
En realidad, ante los acontecimientos que se vienen presentando, no parece veraz esa disposición que se reflejó en la mencionada misiva, lo que en las últimas horas llevó al presidente de la República Iván Duque a manifestar que esa organización ilegal armada está integrada por narcotraficantes y bandidos que le han hecho mucho daño al país con sus permanentes incursiones terroristas, como las que están desplegando ahora con el siniestro ‘plan pistola’, por lo que el mandatario nacional reiteró que sería un grave error darle un tratamiento político al Clan del Golfo.
Lo cierto es que, respecto a esta organización, el Jefe de Estado ha insistido en que lo viene ocurriendo en estos momentos es una retaliación por la captura y extradición de alias Otoniel, su hermana y 7 cabecillas más, en el marco de operativos que ordenará hasta el próximo 7 de agosto.
Naturalmente, nosotros queremos la paz total en nuestro país, una paz de la que especialmente aquí en nuestro departamento de Nariño, no hemos podido disfrutar a pesar de la firma del acuerdo del Gobierno y la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.
«Nos enfrentamos a un tema muy delicado y, sobre todo, colmado de incertidumbre, en torno al manejo que la dará el entrante Gobierno, pero seguimos pensando en que la paz debe ser la prioridad, para que hechos tan espantosos como el ‘plan pistola’ pasen a la historia».
Al contrario, en lo que va corrido del presente año, con énfasis en los últimos dos meses, hemos visto cómo los índices de la violencia se han disparado de manera inclemente, a lo que contribuye este sistemático asesinato de los integrantes de nuestra Fuerza Pública.
Por lo tanto, observamos con bastante inquietud lo que nos depara el futuro en materia de la pacificación de nuestro país. Al respecto dice el presidente Duque “a esos bandidos no les podemos dar ningún tipo de tratamiento político en Colombia porque son narcotraficantes, bandidos, delincuentes y también son asesinos de líderes sociales, por eso los seguimos combatiendo con fuerza hasta nuestro último día”.
Igualmente, la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez le manifestó al presidente electo Gustavo Petro la necesidad que haya una claridad en torno a los procesos de paz que se propone implementar su Gobierno a partir del 7 de agosto, además de señalar en sus redes sociales que al parecer existen presiones y llamados al mandatario electo para que ponga en marcha estrategias que en un momento dado podrían poner en alto riesgo las bases de nuestra democracia.
Por lo pronto, los antecedentes que estamos viviendo no son los mejores y han dado lugar a fuertes reacciones, como la del defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien al rechazar esta serie de homicidios en detrimento de policías y militares urgió por la protección nacional e internacional en lo que tiene que ver con los derechos humanos de los integrantes de nuestra Fuerza Pública.
Nos enfrentamos, entonces, a un tema muy delicado y, sobre todo, colmado de incertidumbre, en torno al manejo que la dará el entrante Gobierno. Pero seguimos pensando en que la paz debe ser la prioridad para que hechos tan espantosos como el ‘plan pistola’ pasen a la historia.

