EDITORIAL

INSEGURIDAD EN LA VIA PASTO-POPAYÁN

De nuevo y con mucha preocupación nos tenemos que referir a los episodios de inseguridad que de nuevo comenzaron a presentarse en la vía Pasto-Popayán.

En este sentido, recordamos que hace algunas semanas, el mismo secretario de Gobierno de Nariño, Amilcar Pantoja, tuvo que afrontar uno de estos casos protagonizados por las bandas de piratas terrestres que de nuevo han comenzado a hacer de las suyas en la vía Panamericana.

Lo cierto es que en períodos cíclicos vemos como la seguridad en esta transitada vía que une a los departamentos de Nariño, Cauca y el Valle del Cauca, se deteriora de manera alarmante, con la ocurrencia de atracos no solo a los vehículos que transportan carga, sino a los buses de pasajeros, lo que se constituye en un serio peligro para los viajeros, puesto que con anterioridad se han presentado lamentables episodios en los que han perdido la vida, no solo conductores de los automotores, sino también pasajeros.

 

«Todos tenemos derecho a viajar en paz, sin el riesgo en un momento dado, de ser despojado de sus pertenencias o en el peor de los casos de perder la vida. Así que estaremos pendientes de las determinaciones que se tomen al respecto».

 

Debemos recalcar que, en materia de inseguridad, este sector de la vía Panamericana ha sido escenario en el pasado de inquietantes hechos de inseguridad y sobre el particular nos viene a la memoria una nefasta etapa hace algunos años, cuando debido a las permanentes incursiones de las bandas delincuenciales, las empresas de transporte en la ciudad de Pasto, se vieron obligadas a suspender el envío hacia el Cauca de buses y taxis, en horas de la noche. Se trató de una situación que provocó enormes perjuicios económicos a las actividades del transporte público, así como al enorme flujo de viajeros que diariamente viajan entre los departamentos.

Ahora, de acuerdo con las informaciones que se vienen recibiendo está problemática se ha intensificado y lo que nos empieza a preocupar bastante, el incremento de la inseguridad no solo se afronta en horas de la noche, sino que se han registrado atracos en las primeras horas de la mañana, lo que en nuestro concepto amerita una intervención de inmediato por parte de las autoridades.

Por los antecedentes que se vienen registrando con relación a estos atracos, el cuello de botella como suele decirse se encuentra cuando desde Pasto, se sale del corregimiento de Puerto Remolino. Allí, los conductores tienen que enfrentar un extenso recorrido hasta El Bordo, donde no hay presencia policial, lo que, sin duda alguna, está siendo aprovechado por los delincuentes.

 Sabemos que, en repetidas oportunidades, el gobernador de Nariño, Jhon Rojas Cabrera, ha solicitado al mandatario seccional del vecino departamento del Cauca, una reunión con el objetivo de tratar a profundidad este problema tan sensible, puesto que afecta a miles de personas.

Nos parece acertada la actitud del gobernador, puesto que aquí nos enfrentamos a unos casos de inseguridad, que involucran de manera directa a los dos departamentos, pero con énfasis en territorio caucano, que es donde en estos momentos están operando los piratas de tierra.

Por lo tanto, es de esperar que se logre concretar cuanto antes el encuentro de los dos mandatarios seccionales, para empezar a diseñar estrategias que permitan recuperar la seguridad en la vía Panamericana.

Esto se tiene que hacer con urgencia, puesto que como están las cosas, diariamente está en juego la integridad física de miles de viajeros que deben desplazarse entre los dos departamentos y en estos instantes están acosados por las bandas delincuenciales.

Todos tenemos derecho a viajar en paz, sin el riesgo en un momento dado, de ser despojado de sus pertenencias o en el peor de los casos de perder la vida. Así que estaremos pendientes de las determinaciones que se tomen al respecto.