EDITORIAL

Un positivo balance

Iniciamos en Pasto el segundo semestre del año con un balance bastante positivo en lo relacionado con una notable disminución de las cifras de homicidios.

Al respecto, el comandante de la Policía Metropolitana de San Juan de Pasto, coronel Ángel Acosta Herrera fue el portador de buenas noticias, al manifestar que la ciudad cumplió 40 días sin la ocurrencia de asesinatos en lo que se constituye en un hecho que no se presentaba desde hace más de seis años.

Consideramos de suma importancia ese dato en torno a la baja de cifras en lo referente a homicidios, un indicador que nos resulta tranquilizador en grado sumo, puesto que no en pocas ocasiones a consecuencia de diferentes factores nuestra ciudad de Pasto ha afrontado el incremento de la violencia, con un número alto de personas que han perdido la vida.

Se trata de cifras que nos llevan de alegría puesto que nos muestran un trabajo positivo de la Policía que, de la mano de la Alcaldía de Pasto en cabeza de Germán Chamorro de La Rosa, viene desarrollando una labor organizada y eficiente para garantizarles la seguridad a los moradores de la capital.

En este orden de ideas, nos parece que a la par con ese mejoramiento de los índices de homicidios, es importante la puesta en marcha por parte de la Policía Metropolitana de Pasto, de operativos especiales tendientes a hacerle frente a los delitos que en estos momentos tienen un mayor impacto en la ciudad, como son los raponazos y los llamados ‘cosquilleos’.

Al referirnos a esos delitos de manera obligada tenemos que mencionar los robos que se producen desde las motocicletas, la verdad sea dicha, un verdadero flagelo en Pasto, situación que como todos lo sabemos ha dado lugar a numerosos episodios en desarrollo de los cuales las comunidades han querido hacerse justicia por sus propios medios con agresiones brutales a los delincuentes, así como la quema de sus motocicletas, actitud que precisamente no es la más conveniente y en un momento dado puede ser la causa para que las víctimas se conviertan en victimarios y enfrenten graves problemas con la Justicia.

 

«El objetivo no puede ser otro que el de enfrentar con decisión esos delitos que se podrían calificar como menores, pero que en realidad tienen una alta incidencia en nuestro entorno como lo son los raponazos y los ‘cosquilleos’. Para ello, confiamos en los buenos oficios de nuestra Policía Metropolitana de Pasto».

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Otro delito que se encuentra muy extendido en la ciudad es el denominado ‘cosquilleo’, en el que los malhechores se aprovechan del descuido de la ciudadanía para sustraerles sus pertenencias, carteras y teléfonos celulares, principalmente, por lo que la recomendación de las autoridades es andar prevenido y no facilitarles a los delincuentes sus ilícitas actividades.

Sabíamos muy bien que luego de los gravísimos perjuicios de carácter económico y laboral, que causó la pandemia de Covid-19, se nos iba a venir encima una oleada de inseguridad sin precedentes, la que no solo se manifestó en Pasto o en Nariño, sino en todo el país.

Por lo tanto, a la par de la buena noticia que representa para nuestra ciudad, la considerable baja en el número de asesinatos en Pasto, confiamos plenamente en el trabajo de nuestra Policía Metropolitana, en lo concerniente a enfrentar con éxito los otros delitos de impacto que hoy azotan con fuerza a la ciudad.

Tradicionalmente nuestra ciudad no presenta los altos índices de inseguridad causados por la delincuencia, que sí se registran en otras regiones del país, pero no dejan de tener una gran importancia ese balance positivo de nuestras autoridades en torno a la criminalidad. Ahora, el objetivo no puede ser otro que el de enfrentar con decisión esos delitos que se podrían calificar como menores, pero que en realidad tienen una alta incidencia en nuestro entorno como lo son los raponazos y los ‘cosquilleos’. Para ello, confiamos en los buenos oficios de nuestra Policía Metropolitana de Pasto.