Hace 15 años, Francisco Ñañez Eraso, empezó un proyecto de desarrollo productivo de cacao con el II Laboratorio de Paz de la Unión Europea en los municipios de Leiva, Policarpa, Cumbitara y El Rosario.
Inicialmente se sembraron 80 hectáreas de cacao y con el paso del tiempo ha tenido que vivir avances y retrocesos porque reconoce que “los cultivos ilícitos han tomado mucha fuerza en la región”.
En los últimos 5 años se inició una fase de transformación consistente en pagarles a los productores por encima de los precios nacionales, lo que les ha permitido realizar dos exportaciones de cacao de la cordillera Occidental de Nariño a Bélgica y Asia. Pero eso no es todo, se procesa chocolatería de mesa y fina.
“Fue un trabajo muy bien hecho, pero lo más interesante es que se creó una cultura cacaotera que no existía en esos municipios”, dice.
Logros
El mayor logro de esta experiencia es que los campesinos se atrevieron a dejar la coca y decidieron cambiarla por el cacao.
Gracias a esto se han abierto otros espacios a productos como la pimienta, el aceite de aguacate, cúrcuma, jengibre, de lo cual unas 50 personas son beneficiadas de la siembra de estas materias primas. Una vez procesado se da un precio adicional.
Alimentos para la paz abastece los mercados locales y de clientes en Cali y Bogotá.
Además de ofrecer chocolate de mesa instantáneo, Alimentos para la Paz abastece los mercados locales y tiene sus ventas en Cali

