Grave la situación que se vive en estos momentos en Nariño y Putumayo debido a la incomunicación vial que afrontan los dos departamentos a consecuencia de la ola invernal que ha provocado deslizamientos y desbordamientos de los ríos, dando lugar a daños en los puentes y consiguientes cierres de las vías.
El saldo más grave de esta emergencia hasta el momento, es el cierre total de la vía Pasto-Mocoa lo que tiene incomunicados a los dos departamentos, en lo que se constituye en una situación bastante delicada que afecta de manera directa a miles de personas que día a día, y por diversos factores, se movilizan por estas regiones, como también el transporte de productos del campo, puesto que tanto Nariño como Putumayo son considerados como importantes despensas agrícolas.
Nos enfrentamos, entonces, a una emergencia en la que se tiene en el kilómetro 62 el cierre preventivo de la vía ante los daños sufridos en la infraestructura del puente sobre el río San Pedro; en el kilómetro 69, la pérdida de gran parte de la infraestructura del puente sobre el río San Francisco y en el kilómetro 101 la caída de enormes rocas, que afectan el sector entre San Francisco y Mocoa. Por lo tanto, las afectaciones son grandes y aparte de quienes se dedican al comercio de intercambio de productos agrícolas se tiene también el detrimento de centenares de estudiantes, del departamento del Putumayo, que cursan sus carreras en las universidades de Pasto.
Así las cosas, el recorrido normal entre la capital de Nariño y Mocoa, que no es más de 6 horas, en estos instantes y por culpa de la temporada de lluvias se ha elevado a 18 horas, puesto que la única manera de unir a los dos departamentos es por el Huila.
«Grave la situación que se vive en estos momentos en Nariño y Putumayo debido a la incomunicación vial que afrontan los dos departamentos a consecuencia de la ola invernal que ha provocado deslizamientos y desbordamientos de los ríos, dando lugar a daños en los puentes y consiguientes cierres de las vías».
Es de esperar que el Gobierno Nacional, así como las autoridades de Nariño y el Putumayo entiendan la necesidad de darle prioridad en lo que tiene que ver con atención y mantenimiento a la vía Pasto-Mocoa. Todos sabemos que el invierno es cíclico y lo sufrimos todos los años, con igual o peor poder destructivo, pero a pesar de ello, parece ser que los procesos para intentar mejorar estas díficiles condiciones, así como la prevención no son los mejores y siempre tenemos esta clase de emergencias invernales, las cuales en esta oportunidad están superando las de temporadas anteriores.
Es lamentable que se presenten esta clase de cierres totales en una zona de alta movilidad como lo es la vía Pasto-Mocoa, una carretera del orden nacional, a la que se le debe dar la mayor prioridad.
Es de esperar que la emergencia que estos momentos perjudica de manera grave la comunicación entre los departamentos de Nariño y el Putumayo, sea motivo para que se le dé un nuevo impulso a las obras que se están desarrollando para mejorar la conectividad vial entre estas importantes zonas de nuestro país.
Durante años es mucho lo que se ha dicho en torno a la vía Pasto-Mocoa, considerada como una de las más peligrosas, no solo de Colombia, sino también del mundo, escenario a través del tiempo de cantidades de accidentes mortales que han cobrado la vida de centenares de personas. Por eso, nosotros tenemos que reiterar nuestro llamado para que las obras proyectadas en ese sector, en especial, la vía San Francisco-Mocoa, se lleven a feliz término. No es justo que, en pleno Siglo XXI, se sigan presentando en nuestro país, emergencias de este tipo, como la que hoy tiene incomunicados a los departamentos de Nariño y Putumayo, con grandes perjuicios para las dos regiones.

