El representante a la Cámara por el departamento de Nariño, Gerson Lisimaco Montaño Arizala, quien el pasado 13 de marzo ganó su curul de la paz, en las elecciones que se llevaron a cabo en 16 municipios de esta zona sur del país, manifestó que espera con mucha expectativa su posesión, la cual se llevará a cabo el próximo 20 de julio.
Precisamente por estos días los 16 representantes estuvieron en la ciudad de Bogotá, donde tomaron parte en un taller pedagógico, cuyo objetivo fue el de profundizar su conocimiento en las funciones que deberán asumir en el Congreso de la República.
Importante ejercicio
Al respecto, Montaño Arizala calificó este ejercicio como muy importante para los 16 representantes a la Cámara por las curules de la paz, ya que todos ellos, carecen de experiencia en lo que tiene que ver con las funciones que entrarán a cumplir al interior del Congreso de la República.
Es de anotar que este taller de capacitación en el que hizo énfasis sobre lo que es la dinámica y la normatividad vigente en la corporación, se llevó a cabo con la Universidad de Los Andes, Congreso Visible y con el Instituto Nacional Demócrata.
Se recuerda que en esta elección que se llevó a cabo por primera vez en la historia democrática de Colombia, participaron candidatos de los 167 municipios del país, mayormente afectados por los episodios de violencia que, a través de los años, se desencadenaron a consecuencia del conflicto armado en el país.
Gran responsabilidad
En el marco de las jornadas de capacitación que se llevaron a cabo en la capital de la República, los 16 representantes contaron con herramientas que les ayudaron a entender cómo funciona el Congreso de la República, enseñanzas que fueron impartidas a través de conferencias, visitadas guiadas al Capitolio y la entrega de documentos, con contenidos relacionados sobre las funciones que ellos y ellas tienen como representantes a la Cámara.
Montaño Arizala, señaló que como representante de las víctimas tiene una enorme responsabilidad al frente, ya que él mismo fue víctima de la violencia, por lo que uno de los objetivos propuestos que se han fijado los representantes de las 16 curules de la paz es pedirle al presidente electo, Gustavo Petro, la implementación del acuerdo final de paz.
Desplazado por la violencia
Gerson Lisimaco Montaño Arizala, es un desplazado por la violencia, líder social e ingeniero industrial, elegido a una curul de la paz en la Cámara de Representantes por la circunscripción especial de la costa pacífica del departamento de Nariño.
Nació en la vereda Dosquebradas, zona rural del municipio de Tumaco y cuenta con 42 años de edad y respecto a su elección considera que se trata de uno de los más grandes retos de su vida.
Montaño Arizala, se califica como un líder social, dedicado a formular y estructurar proyectos para el Consejo Comunitario Unión Río Caunapí, en un proceso que se inició hace 11 años, cuando fue gestor de la consolidación de las Redes de Consejos Comunitarios del Pacífico Sur, Recompaz.
“Todos somos víctimas”
En el 2005 entró a engrosar la lista de las víctimas de la violencia, cuando sus padres y hermanos fueron desplazados de su vereda hacia Tumaco, lo que ocurrió cuando él se encontraba estudiando en Cali.
“Claro que acá todos, ya sea de manera directa o indirecta, somos víctimas de la violencia.”, dijo.
Al conocer los resultados de las elecciones del pasado 13 de marzo, que le dieron una de las 16 curules de la paz, Gerson Lisimaco Montaño Arizala, recuerda que pensó que el llegar al Congreso de la República, se constituye en un enorme reto personal, “una entrega por la vida” y en un compromiso de gran responsabilidad en lo que tiene que ver con impulsar el desarrollo social e integral de las regiones.
Condiciones de vida
Señaló que, en este orden de ideas, su objetivo no solo es el de mejorar las condiciones de vida en Tumaco, sino que esto es algo en que se debe trabajar a favor de todo el litoral Pacífico.
Para ellos, sus primeras iniciativas, están dirigidas al impulso al empleo, mediante la generación de actividades y proyectos productivos, como la movilidad fluvial y marítima, la educación y el saneamiento básico.
“Vamos a enfrentar situaciones muy díficiles, la mayoría de las cuales no son de ahora, sino que vienen de mucho tiempo atrás. Miren por ejemplo a Tumaco, no tenemos agua potable en la cabecera municipal y lo mismo pasa en los diez municipios de la costa pacífica de Nariño”, enfatiza.
En torno a las situaciones de orden público, afirma de manera contundente que los diferentes gobiernos se han equivocado, al considerar que la solución para las cantidades de problemas que azotan a Tumaco, en especial en lo relacionado con el orden público, es la de crear batallones y cada vez que pasa algo, aumentar la presencia de la fuerza pública.
“La problemática es social, puesto que como le vamos a decir a alguien que no cultive matas de coca, cuando ese personal no cuentan con otras alternativas para llevar a cabo iniciativas que impacten en su misma transformación y cambio a las actividades legales”, dijo.

