Entre una de las propuestas que hizo el presidente electo Gustavo Petro durante su campaña está pedirle a Naciones Unidas una comisión independiente para investigar los grandes actos de corrupción en nuestro país.
La corrupción en Colombia es como el cáncer que se ha extendido a todos los sectores de la vida nacional, como la salud, política y educación, pese a todos los esfuerzos que se han hecho para combatirla.
Cada día se destapan nuevos casos donde están involucrados fiscales, congresistas, abogados, alcaldes, gobernadores, entre otros personajes, que tienen que ver con la gestión de recursos públicos, trámites, permisos y contratación estatal.
Cómo será de grave este problema que en 2018 se llevó a cabo en nuestro país una consulta anticorrupción que contó con una masiva participación de los colombianos exigiendo medidas más contundentes para combatirla.
“Por la plata baila el perro”, solían decir nuestros mayores al referirse al poder que tiene el dinero para influir en la conducta y las acciones de las personas debido al interés. Esta expresión popular por lo general se usa de manera coloquial para referirse el interés que produce el dinero en alguien, al punto de que es capaz de hacer cosas insospechadas hasta ese momento.
La corrupción afecta los ingresos fiscales y no permite que los pocos recursos públicos contribuyan al desarrollo y bienestar de la sociedad. Además, permite la aprobación y operación de leyes, programas y políticas, sin sustento o legitimidad popular.
Con ese dinero que se roban los corruptos se podrían construir más viviendas de interés social, alcantarillados, acueductos, colegios, hospitales. Además se lo podría invertir en el deporte, investigación, etc. Sin embargo, mientras otros se enriquecen a punta de ‘serrucho’ a nosotros nos toca pagar los ‘platos rotos’ cuando se hacen las famosas reformas tributarias.
Uno de los puntos más polémicos de cada reforma es la posibilidad de ponerle IVA a más productos de la canasta familiar que no están gravados.
Uno de los más sonados casos de corrupción, que involucró no solo a personajes de la vida pública de Colombia sino de otros países de Suramérica, fue el de Odebrecht que pagó millonarios sobornos a funcionarios y contratistas.
Solo nos damos cuenta que nos han robado cuando al llegar a la casa después de haber hecho unas vueltas en la calle buscamos el celular o la billetera y no los encontramos. Pero no notamos los millonarios robos de los recursos públicos por parte de los corruptos.
Por: Edgar Enríquez.

