EDITORIAL

SE ACERCA LA HORA DE LAS DEFINICIONES

Quedamos hoy a un día para la realización de la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia de la República, en la que se encuentran en contienda, Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción y Gustavo Petro, del Pacto Histórico, en una campaña que, sin ninguna duda, ha sido una de las más convulsionadas y escandalosas en la historia de los procesos democráticos en Colombia.

La filtración de videos, lo que permitió sacar a la luz pública, oscuras confabulaciones para dañar al enemigo las cuales habrían hecho las delicias de Maquiavelo, insultos de parte y parte, las que convirtieron a las redes sociales, en una especie de letrina política, caracterizaron esta campaña que hasta sus últimas horas tuvo fuertes disputas, como la protagonizada por los candidatos en torno a un malogrado debate final.

A propósito de esta situación, originada por un juzgado que falló de manera favorable una acción de tutela y ordenó que el aspirante Rodolfo Hernández debía asistir a un debate con su antagonista Gustavo Petro, consideramos que esto constituyó un antecedente que en nada favorece a nuestros procesos democráticos, puesto que consideramos que en el marco de una campaña política como la que hemos vivido en estas semanas, cada uno de los candidatos debe tener su libertad e independencia para actuar de la manera más conveniente y, por lo tanto no se le debe obligar a cosas que no quiere hacer. En ese sentido, recordamos cómo en la campaña por la primera vuelta presidencial Gustavo Petro se negó a asistir a los debates y yéndonos un poquito más lejos, lo mismo ocurrió con el actual presidente de la República, Iván Duque.

 

«Lo importante, entonces, es que comprendamos que Colombia nos necesita y en un proceso de tanta transcendencia como el que viviremos en las próximas horas, con la escogencia de nuestro próximo presidente de la República, este domingo todos salgamos a votar y no dejemos esta elección en manos de otros».

 

Lo cierto es que tal parece que este episodio de los debates fue el cierre de una campaña que será difícil de olvidar por todos los delicados incidentes que se suscitaron.

Ahora, es el momento de enfocarnos en las elecciones en sí, en las que con nuestro voto mañana domingo, escogeremos entre Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, quien se posesionará el próximo 7 de agosto como Presidente de la República.

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Se trata de una definición que resultó inesperada, puesto que todos los pronósticos basados en las consultas que se hicieron indicaban que Petro y el excandidato de Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez, iban a ser los protagonistas, pero al final se apareció de manera sorpresiva el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández y se metió entre los dos aspirantes que definirán mañana la Presidencia de la República.

Entre ellos dos, Hernández, quien, a pesar de su marcado populismo, representa la derecha, y Petro, la carta que tiene la izquierda para lograr por primera vez el poder en una votación popular, está la decisión de los colombianos, en este proceso electoral, en el que además de todas las cosas ocurridas, que lo hicieron único, también por primera vez en muchos años, hasta pocas horas antes de los comicios no presenta un ganador claro, como generalmente ha ocurrido en procesos anteriores.

Lo importante, entonces, es que comprendamos que Colombia nos necesita y en un proceso de tanta transcendencia como el que viviremos en las próximas horas, con la escogencia de nuestro próximo presidente de la República, este domingo todos salgamos a votar y no dejemos esta elección en manos de otros.

Mañana, como nunca antes, no nos podemos quedar en nuestras casas. Nuestro deber como buenos colombianos es acudir a las urnas, como la más contundente manera de respaldar nuestra democracia y hacer historia con una masiva participación como no vemos desde hace muchos años.