Alvaro Moreno

Inundaciones e incultura

El inverno sigue dejando damnificados y parece que van a continuar por un tiempo más, las lluvias que azotan a gran parte del departamento de Nariño.

Es momento de un llamado a la prevención de todas las personas que habitan en la zona urbana, para que acrecienten su sentido de conciencia ciudadana y eviten creer que las alcantarillas son basureros, por que más allá del invierno hay que promover la cultura de tener aseada a la ciudad.

El calentamiento global, el poco cuidado hacia el ambiente de los humanos, nos cobra a veces caro, esto aunado a la incultura de la gente que sin ningún respeto hacia el otro, bota basura en las calles, saca sus desperdicios a deshoras y descuida su entorno; desemboca en que las inundaciones afectan con tal fuerza a las ciudades.

En los sectores rurales la tierra filtra los aguaceros, pero en la urbe parece que no hemos entendido que debemos tener más responsabilidad social, porque el agua no se filtra por el cemento y/o el pavimento y que la única forma en que el agua corre es a través de las alcantarillas, pero si ese escape del líquido esta taponado con nuestros desechos, el agua se va estancar y va subir de nivel y como pasa en las ciudades, comienza a invadir las viviendas un líquido oscuro, frecuentemente de mal olor, porque está mezclado con la basura que ‘inocentemente’ nosotros mismos hemos depositado en un sitio que sirve para que escape la lluvia.

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Es de ahí que necesitamos que los pobladores sean conscientes del daño que hacen y se hacen, cuando botan un papel a la calle, cuando ven en la alcantarilla la oportunidad de deshacerse de lo que les estorba en las manos y sin medir consecuencias lo depositan en el sumidero creyendo que un ‘papelito’ no va afectar a nadie…y así viene otra persona que hace lo mismo y vamos ‘normalizamos’ la incultura.

Y cuando en la casa nos sorprende el agua que se desbordó, que no tuvo como escapar por encontrar la alcantarilla taponada, las personas afectadas comienzan a quejarse y maldecir, y le echan la culpa a Dios, al gobierno, a la situación atmosférica…pero nunca se dan cuenta que ese papel que botaron a la alcantarilla ‘porque todo mundo lo hace’, también puede marcar la diferencia entre estar bien o tener agua de cloaca hasta las rodillas.

Por: Alvaro Moreno Díaz