El lunes comenzó en Los Ángeles California, la IX Cumbre de Las Américas. Al momento de escribir estas líneas no se presagiaba un éxito de la reunión, principalmente por la ausencia de Venezuela, Nicaragua y Cuba por no haber sido invitados por el anfitrión, presidente Biden. A esto se suma la no asistencia del presidente de México en señal de protesta del hecho anterior. Cuatro sillas vacías en un evento de toda América vaticinan una frustración para las aspiraciones de la reunión. México es uno de los cuatro países más importantes de la región y sumémosle a eso su vecindad con los Estados Unidos, donde anclan los problemas más álgidos del continente, como son el narcotráfico, migración y comercio principalmente, temas prioritarios en una cumbre donde asisten jefes de estado justamente para tratar esos asuntos temáticos.
La no invitación de los tres restantes traerá el descrédito del organismo. Cuba muy importante para el hemisferio, Venezuela con acercamientos con los Estados Unidos por la crisis de la guerra en Ucrania que ha traído los escases del gas y petróleo en Occidente.
Por otro lado, se presenta la ocasión propicia para la propuesta del presidente Boric de Chile sobre un congreso inspirado en la idea del libertador Simón Bolívar de Panamá en 1826 para unir las naciones latinoamericanas sin las potencias extrañas de Norteamérica y Europa. Boric ha dicho que anunciará dicha iniciativa en la Cumbre de los Ángeles esta semana, que tendría lugar en octubre en Punta Arenas, extremo sur de Chile cuna del mandatario chileno, pero no por tal razón sino porque representa el punto geográfico opuesto a Panamá en Sudamérica.
La propuesta de Boric representa la filosofía del alma Iberoamericana que contrasta a la perfección con la ausencia de tres países americanos excluidos por una potencia extranjera. Eso quiso decir AMLO presidente de México.
POR: CARLOS ALVAREZ

