García Márquez fue un investigador que ganó el Premio Nobel de Literatura porque mostró los rostros más extraños de la sociedad: decir ataque en vez de debate, creer que cambio es destrucción, ser independiente por estar en la derecha política, establecer diferencias ideológicas por polarización, evacuar en vez de rendirse, evidenciando lo fantasmagórico en su esencia.
Así, objetivamente, los resultados de la jornada electoral fueron “impredecibles” y todo indica que, al no haber una auditoría científica, el software utilizado para el conteo de votos podría ser manipulado claramente. Por este mecanismo es posible entender que un candidato con altísima aceptación no pueda pasar una cifra que ya puede estar programada para que quede allí estática. ¿Cómo explicar que un postulante pueda ganar tres y medio millones de votos en menos de tres semanas…posterior a una encuesta ratificando esa absurda situación?
Las alianzas indican ahora que el postulante de la Liga anticorrupción tiene una posibilidad de ser elegido ya que une su votación a la adhesión total y decidida del representante de Uribe-Duque para la segunda vuelta. Si Sergio Fajardo logra llevar sus huestes donde el representante de la justicia social, igual se deberá hacer un esfuerzo máximo por comprender que desea el pueblo colombiano para obtener el favor electoral en esta etapa.
«Un gobierno legitimado, sin errores electorales, con visión progresista, logrará transformar el modelo productivo atacando la corrupción en su origen y realizando lo que la Constitución exige».
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Ante la posibilidad de fraude, es obligatoria una auditoría internacional para garantizar transparencia y eliminar duda alguna en la votación. En caso contrario, puede haber una explosión social con resultados difíciles de prever dada la inmensa desconfianza en la Registraduría, corroborada por más de 15.000 denuncias en este campo y el “encuentro” de un millón de votos perdidos en la elección anterior.
Por ello, un nuevo gobierno legitimado, sin errores electorales, con visión progresista, logrará transformar el modelo productivo atacando la corrupción en su origen y realizando lo que la Constitución exige, ofreciendo seguridad sin temores.
Por: Carlos Santa María