La democracia en Colombia se ha visto vulnerada miles de veces, sin embargo, a la ciudadanía no le ha importado y hemos decidido continuar con nuestras actividades como si nada pasara nunca y siempre nos terminan gobernando los mismos de siempre que han hecho tanto daño al país, territorio en el cual millones de personas nos dedicamos a sobrevivir y no a vivir.
Temas como la inflación, las fechorías de los políticos, entre muchas otras causas y situaciones derivadas de estas problemáticas como los robos y la inseguridad en las calles del país, tienen cada vez más sumida a la población colombiana en una crisis.
La falta de gobernantes con criterio propio, empatía por las comunidades vulnerables y la burocracia que mantiene a las mismas personas llevando las riendas del país y muchas veces hacen sus políticas y decisiones respondiendo a intereses personales, dejando de lado el desarrollo y apoyo a la comunidad que necesita un cambio histórico que permita que la ciudadanía pueda estudiar, trabajar, llevar una vida digna en la cual las personas podamos aspirar a cumplir nuestros sueños y no solo conformarnos con lo que hay.
Por otra parte, por momentos pareciera que aparecen vestigios de una sociedad cansada de los abusos llevados a cabo por parte de los políticos que nos gobiernan; sin embargo, estas luchas terminan siendo muy mal pagadas, ya que en Colombia no es raro conocer casos de líderes que luchan por las poblaciones, territorios y desarrollo del país, que terminan con una bala en la frente.
Las cosas no cambian y los demás seguimos con el desarrollo de la vida que se ha vuelto cíclico y las personas parece que nos hemos vuelto con falta de empatía y continuamos como si nada.
Es momento de un cambio trascendental, como cuando en Francia, a finales del año 1789, miles de personas alzaron la voz en contra de la desigualdad social y económica. Las diferentes situaciones llevaron a que la población en un estallido social buscara darles un nuevo curso a sus vidas, debido a la ineptitud de sus gobernantes quienes se aferraban al poder con el objetivo de continuar velando por sus intereses.
Personalmente considero que si hay un momento de luchar por un cambio por la vida es este, en el cual tenemos la opción de decidir el rumbo que tomará Colombia por lo menos durante los próximos cuatro años.
Es necesario que las nuevas generaciones de colombianos se hagan presentes en las urnas y dejemos de darle espacio a la corrupción que nos ha gobernado durante los últimos años.
Por: Felipe González Rodríguez

