EDITORIAL

UN DIA DEL TRABAJO MUY ESPECIAL

Hoy primero de mayo del 2022, cuando celebramos el tradicional Día del Trabajo, han transcurrido dos años desde la aparición en nuestro Departamento de Nariño y en Colombia en general, de la pandemia de la Covid-19 que afortunadamente en estos tiempos, ha disminuido de manera considerable, no sin antes habernos causado un gran daño económico y laboral.

Siempre en el marco de esta conmemoración, los nariñenses y los colombianos, hemos expresado nuestros reclamos por mejores condiciones laborables y el respeto a los derechos de los trabajadores. Esa en sí es la filosofía del Día del Trabajo: la de enfrentar los abusos y exigir mejores reivindicaciones sociales, en un país como el nuestro, donde durante mucho tiempo se libra una intensa lucha obrera.

Pero, hoy nos parece que por culpa un virus, el espíritu del primero de mayo, necesariamente no puede ser el tradicional, el de la contienda social en pro de mejores condiciones de vida para los trabajadores.

Por lo tanto, creemos que en esta jornada, las protestas por la explotación de la clase obrera, creemos que pasarán a un segundo plano, puesto que la triste realidad es que el Covid-19, nos causó gigantescos daños, en lo que tiene que ver con nuestra economía y por ende, con la generación de empleo.

Como lo sabemos, la pandemia llevó al Gobierno Nacional a la puesta en marcha de medidas que nunca antes se habían aplicado en la historia de Colombia, como el confinamiento obligado, que paralizó todas las actividades laborales y fue la causa para el cierre de empresas, grandes, medianas y pequeñas, con la abrupta pérdida de millones de empleos.

 

«Hoy primero de mayo del 2022, cuando celebramos el tradicional Día del Trabajo, han transcurrido dos años desde la aparición en nuestro Departamento de Nariño y en Colombia en general, de la pandemia de la Covid-19 que afortunadamente en estos tiempos, ha disminuido de manera considerable, no sin antes habernos causado un gran daño económico y laboral».

 

Por lo tanto, hoy creemos que las reflexiones que siempre nos hacemos en esta fecha tan especial en torno a la lucha por los derechos de los trabajadores, han pasado a un segundo plano en aras de lo que se debe implementar para recuperar nuestra maltrecha economía y empezar a recuperar los millones de fuentes de trabajo que se perdido por culpa del coronavirus.

En este orden de ideas, tenemos que hoy la conmemoración del Primero de Mayo, tendrá en nuestra región y en nuestro país, connotaciones bastante especiales, puesto que ya su base no será la protesta social en la que nació este día, hace 135 años, cuando ocurrieron los hechos que dieron lugar a la creación del Día Internacional del Trabajo, con la intensa lucha que se libró por la aprobación de las 8 horas de trabajo.

Además, tenemos al frente la realización de las elecciones presidenciales, las cuales se llevarán a cabo el 29 de mayo, otro factor que, de una u otra manera, tiene su incidencia en lo relacionado con la conmemoración de este Primero de Mayo, Día del Trabajo.

Hoy, cuando llegamos a esta conmemoración del Primero de Mayo y cuando la pandemia ha disminuido de manera considerable, la consigna no puede ser otra que la de salir adelante en materia económica y laboral. Para ello, es necesario que el actual Gobierno Nacional y el que se avecina creen condiciones favorables para recobrar la inversión productiva, lo cual es de transcendental importancia, sí tenemos en cuenta que el sector privado es el responsable del 90 por ciento de los puestos disponibles.

Por esto, se requiere, que luego de la histórica emergencia sanitaria afrontada desde marzo del 2020, en materia económica se recupere el ritmo que paralizó el virus y además, se logre una legislación más flexible que permita la apertura de nuevas fuentes de empleo, proceso en el que consideramos se deben involucrar los sindicatos que ante la difícil experiencia por la que hemos atravesado deben pensar más en el bienestar colectivo que en los intereses personales.