Manuel Eraso

Osos peligrosos y billetes viejos

Ismael Botina, popular maestro Buchón, cree y considera que los actos cotidianos son los más importantes de la sociedad; por ejemplo: la preocupación que invade a los campesinos de los corregimientos de Cabrera, Buesaquillo y La Laguna por la aparición de los osos de anteojos. Son animales hermosos para fotografiar y verlos en almanaques, pero, saber que están husmeando  los umbrales de las casas y acaban con el ganado, es una pesadilla.

Parece un cuento de la imaginación, pero a don Bartolomé, un campesino que se gana la vida laborando en su parcela de sol a sol, y que con préstamos compró su vaquita para  que dé leche; de buenas a ´primeras, en cualquier noche llegue el oso y mate el ganado, es una pesadilla.  Este animal como es herbívoro no se come la carne, solo  despanza  las reses y se come únicamente  los intestinos donde está  la hierba en digestión.

Los campesinos están desesperados. Llegan los policías de medio ambiente, se dan una vuelta y chao te vi. Se quejan ante Corponariño y mientras radican los documentos, el oso se ha devorado unos tantos terneros. Este cuento del oso andino, que ha llegado a las goteras de Pasto, allí donde van turistas, allí donde hay familias campesinas, allí donde los niños van a la escuela.

Hoy nos lamentamos por los ataques a los animales, mañana pueden ser los seres humanos. Ojo autoridades, el oso se nos metió al rancho, y en una de estas se come al ‘Toro’ Nicolás y quedamos sin candidato del Pacto Histórico para la Alcaldía de Pasto y nos tocará votar por el exrector de la universidad Carlos Solarte Portilla.

Las asociaciones protectoras de animales claman por devolverle al oso su hábitat natural que ha sido destruido por el hombre, quien en su afán de ampliar sus terrenos para sembrar papa, taló los árboles del páramo y obligó al oso a buscar alimentos. No matemos al oso, pero tampoco dejemos que el oso nos mate a los humanos. He dicho.

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Otro tema que plantea maestro Buchón: en Pasto cada día están circulando más y más billetes viejos;  cada vez en las tiendas no los quieren recibir. Con razón.

¿Y qué pasó maestro Buchón? Sin que nadie protestara, el Banco de la República levantó el servicio de cambio de moneda. De la noche a la mañana  dejó de prestarse y ahora, si alguien quiere reponer un billete viejo o roto tendrá que tirarlo a la basura.

Antes se iba al Banco de la República y le daban uno nuevo, o le cambiaban por moneda sencilla. Al igual que el oso, nadie, ni el gobernador, ni el alcalde, ni los diputados, ni los concejales dijeron esta boca es mía y protestaron…

Ojalá llegue Petro y nos devuelva la agencia del Banco de la República, o Fico nos mande camionadas de billetes desde Cali, hasta donde tenemos que ir a descambiar un billete…

Por: Manuel Eraso.