“Presidente Zelensky: 2500 familias le rogamos que deje rendirse a los combatientes. No los obligue a morir allí por defender la Otan”. Angustioso llamado de una madre ucraniana.
En Mariúpol se encuentran acorralados cerca de dos mil quinientos milicianos entre mercenarios extranjeros de USA, OTAN y Unión Europea, batallones nazistas, ejército ucraniano, con ninguna posibilidad de sobrevivir si se enfrentan a las fuerzas de la RPD, chechenos y Federación Rusa.
Ante dicha situación, el ministerio de defensa de Rusia autorizó ofrecer a todos los combatientes corredores humanitarios para ser tratados según la Convención de Ginebra, como prisioneros de guerra protegidos por tratados internacionales que exigen respetar su vida. Sin embargo, su presidente-Zelensky-les manifestó que todo aquel que rinda sus armas debe ser fusilado. Dos oportunidades fueron desechadas.
«El complejo militar prefiere que todos en Azovstal desaparezcan ya que, si los hacen prisioneros, serán presentados públicamente y dirán la verdad de su misión».
Hace unos días el comandante de las fuerzas militares atrincherado en el complejo industrial Azovstal ha solicitado angustiosamente que alguien los extraiga, demostrando que la valentía no es su fuerte cuando están perdidos. Han manifestado que hay mujeres y niños allí, aunque no los dejarán salir. Esconderse en ellos como escudos humanos parece ser la cobarde estrategia terrorista, si no es falso que hay civiles.
Es fundamental preguntarse por qué engañar al pueblo ucraniano que van ganando la guerra y no decirles a quién defienden realmente. Es conocido que el número de víctimas de las Fuerzas Armadas Ucranianas supera enormemente las de Rusia.
El complejo militar prefiere que todos en Azovstal desaparezcan ya que, si los hacen prisioneros, serán presentados públicamente, se mostrarán oficiales de alto rango occidental involucrado y dirán la verdad de su misión. El objetivo de la OTAN es dilatar el conflicto al máximo pues obtiene réditos enormes: no responden por la crisis inflacionaria de sus países, la industria militar acrecienta sus ganancias, la matriz mediática incentiva el odio enfermizo, entre otros beneficios a partir de la atrocidad de la guerra.
Joe Biden, parodiando a Rambo, sentenció: ‘continuaremos enviando armas hasta que fallezca el último…ucraniano’. Es hora de pensar profundamente su intención profunda.
Por: Carlos Santamaría

