Desde el viernes que antecede al domingo de ramos llamado tradicionalmente y de acuerdo al calendario eclesiástico como el de “dolores comienza la semana santa, que para la presente edición va a cumplirse con total presencialidad en todas las parroquias de Colombia. En casi dos años por la pandemia no se pudo conmemorar el gran acontecimiento de historia sagrada.
Los tiempos pasan y cambian, pero las comunidades mantienen viva la fe y son conscientes de que el ser humano en su fragilidad está expuesto a cometer continuos errores y faltas no sólo contra Dios que es el Padre de la humanidad, sino contra el hermano prójimo en donde el perdón se convierte en uno de las más grandes manifestaciones de amor.
Lo conveniente es saber o entender lo que significa para la vida el perdón que en concepto general es una decisión voluntaria y consciente que nos libera de sentimientos negativos como el rencor, resentimiento, enojo y dolor, que como actitud implica estar dispuesto a aceptar la responsabilidad de las propias percepciones.
Desde el campo de la sicología, hay quienes sostienen que uno de los motivos por los que más cuesta perdonar, es que a veces se ve como un sinónimo de debilidad, esto es que muchos pensarán que perdonando a quien ha hecho daño es darle vía libre para que a lo mejor vuelva a hacer lo que hizo.
Pedir perdón es en muchos casos un acto de absoluta valentía porque es muy difícil enfrentarse a la conciencia y exteriorizar los sentimientos negativos que uno tiene sobre sí mismo consciente de haber hecho algo malo. Y aquí se afirma el primero en pedir perdón es el más valiente, el primero en perdonar es el más fuerte y el primero en olvidar es el más feliz.
En la fe católica cuando se piensa en perdón muchos creen que el mejor escenario para pedir perdón es el templo y dentro de él, la confesión de pecados ante un sacerdote como representante de Cristo en la tierra, pero también dice la biblia que hay que perdonar al hermano y que en el diario vivir son recurrentes las ofensas, las agresiones, la calumnia y la envidia, actitud que en algunos casos no es fácil llevarla a la práctica.
Como humanos todos estamos expuestos a hacer o a recibir malas acciones. Esta semana es la propicia para ponernos a paz y salvo con Dios que es nuestro padre y con quienes compartimos diversos momentos que la vida depara. El perdón un camino del amor y concluimos diciendo aquella vieja frase: “saber perdonar es saber amar”.
Por: Sofonías Rodríguez M.