El video que circulaba la semana pasada en donde se evidenciaba gusanos en la leche que están entregando a los estudiantes en el programa de Alimentación Escolar -PAE- es una muestra de la pésima sociedad en la que vivimos, es tocar lo más profundo de la indignación al saber que los afectados son nuestros niños.
Sin embargo, lo más frustrante de toda esta historia es como los padres de familia y tutores se escandalizan pero a la hora de denunciar aparecer y querer reclamar algo que por derecho les corresponde a los infantes se esconden por el miedo que les genera el salir y dar la cara para exigir que a los menores de edad les cumplan.
Creo que ninguna palabra lograría explicar el sentimiento que genera ver que en toda Colombia la situación es la misma, ver esos videos que circulan con comida dañada, con falsos platos y como se humilla a la niñez del país dejando un lado que en realidad deberían ser tratados como lo más importante que tenemos, es injusto que los gobernantes sean capaces de robar tan descaradamente el dinero del pueblo, claro que obviamente a esto ya estamos acostumbrados y en lugar de escandalizarnos lo tomamos como una noticia más que al no tocar a y perjudicar a todos se arrincona en el lado de atrás del libro como un recuerdo.
Lo que está pasando con el PAE es más que un robo, es una vergüenza nacional. Es la muestra de que este país está tocando fondo y lo peor de todo nadie hace nada para ponerle un alto ¿Dónde está el Gobierno Nacional para exigir que a nuestros niños se les cumpla? ¿Dónde están todos esos padres de familia que llaman a reclamar por no sacar las noticias a la hora de salir marchar, movilizarse y exigir? Pues bien detrás del teléfono todos somos guerreros pero a la hora de dar la batalla es más fácil dejar a unos cuantos que atiendan la guerra e intenten conseguir respuestas.
Nuestros niños se mueren de hambre hay unos cuantos volviéndose más ricos a costillas de la gente y como siempre esto quedara en simples letras escritas en un papel y vides que circulan en redes sociales que pasaran a la historia sin tener mayores resultados mientras tanto los estudiantes siguen recibiendo un yogur y un pan viejo que no garantiza en lo mínimo su salud para poder rendir académicamente. Entonces creo que es momento de exigirle al país más de lo que se está dando y principalmente proteger a la infancia de Colombia, garantizarles sus derechos, esos que siempre son vulnerados por los corruptos y por los malos seres humanos que piensan que robándose la plata están logrando mucho cuando al final de cuentas en este círculo todo se paga.
Por: Claudia Zambrano Erazo.

