Como ya es normal en esta época de lluvias en algunas zonas de las regiones Pacífica y Andina se suelen presentar deslizamientos de tierra, inundaciones y crecientes súbitas.
“Esta temporada se consolida con lluvias abundantes y frecuentes, extendiéndose hasta comienzos de junio en los departamentos andinos y acompañadas en diversas situaciones por tormentas eléctricas y en algunos casos por vendavales o vientos locales de gran intensidad”, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
Por estos días son comunes las noticias sobre los estragos que causan los fuertes aguaceros en el campo y la ciudad.
En esta época los más afectados son los niños y adultos mayores, quienes por el intenso frío se ven abocados a sufrir enfermedades respiratorias.
Estos días de frío y de mucha agua son más evidentes en los sectores periféricos de la ciudad donde se concentra la población más vulnerable, donde hay calles sin pavimentar y las alcantarillas están repletas de basura, por eso se presentan inundaciones.
Pero los que están más expuestos a estas inclemencias del clima son las personas que viven a orillas de los ríos y quebradas, donde se corre el riesgo de que estas fuentes de agua se desborden y arrastren todo lo que encuentren a su paso.
En caso de que las lluvias se prolonguen ¿estamos preparados para enfrentarlas? O ¿esperamos a que ya estén encima para tomar medidas? Tenemos que ser previsivos para atenuar sus consecuencias. Por ejemplo, no arrojar basura a los sumideros, ya que estos tienen que permanecer aseados para facilitar la evacuación del agua.
Es frecuente que los encargados del aseo encuentren escombros, llantas viejas, colchones y hasta animales muertos en los ríos que atraviesan la ciudad, lo que contribuye a que la situación se vuelva más grave.
Si no tomamos conciencia de que con estos actos los más perjudicados seremos nosotros mismos, después no nos quejemos de los nefastos resultados.
Mientras tanto, por estos días debemos andar con el paraguas en la mano, estar atentos a los reportes sobre el estado de las carreteras y hacer caso a las recomendaciones de las autoridades para prevenir cualquier emergencia.
Por: Edgar Enríquez.

