Juan David Galviz Eraso

El ladrón juzga por su condición

Con esta reconocida frase popular, uno de los candidatos presidenciales respondió al cinismo de una figura política quien lo acusó de quererse robar las anteriores elecciones del 13 de marzo al Congreso.

“Gánese las elecciones, no pretenda robárselas”, fue una de las palabras de dicha figura política en la cual se demuestra el cinismo y descaro del viejo poder en Colombia que esta ad portas, ojalá, de ser derrocado.

Todo esto se da dentro del escándalo en el que está inmiscuida la Registraduría por su papelón en las anteriores elecciones al Congreso. Es inexplicable como el registrador Alexander Vega, quien para mí debería renunciar de su puesto, habla de que es imposible un fraude electoral gracias al “excelente” trabajo de la Registraduría, pero después se contradice diciendo que es necesario un reconteo de votos cuando su jefe político salió a los medios de comunicación a quejarse tras perder sus fuerzas políticas en el Congreso.

Esta situación generó una alerta a nivel nacional por un evidente fraude y “golpe de estado” en donde se veía seriamente comprometida la democracia por la posible manipulación de votos que se podría dar por parte del partido estatal el cual fue el mayor derrotado en las elecciones pasadas.

Lo cierto del caso es que esto generó una reacción en distintas figuras políticas como aquel tipo que de manera cínica y descara dijo que el candidato presidencial que puntea las encuestas pretendía robarse las elecciones.

Es bueno refrescar la memoria y traer a colación las elecciones del 2018 cuando el actual presidente llegó al poder de manera dudosa, acusado de compra de votos y con presuntos fraudes en las elecciones los cuales fueron denunciados por el registrador de su momento.

Es cínico, descarado e hipócrita que ahora venga a posar de dignos cuando por décadas se han robado las elecciones y han acabado con la democracia de nuestro país. Lo que ahora sucedió es que con el avance de la tecnología y la aparición de redes sociales la gente reaccionó, ya no comió de cuento y se percató que la realidad es otra a la que muestran los medios de comunicación que ahora son propagandistas del Gobierno.

Querido lector, la reflexión que pretendo realizar en esta columna de opinión es que no comamos de cuento, no traguemos entero y no permitamos que nos roben la democracia. Si ganamos o perdemos que sea en franca lid y no por el inminente fraude que nos querían perpetrar desde las instituciones estatales.

Por: Juan David Galviz Eraso