En estos días de torrenciales aguaceros sobre Pasto, sin duda alguna el artículo de moda es el paraguas, que nos libra de quedar emparamados como decía mi mamá, quien, de esta manera, describía el hecho de que uno llegara a la casa chorreando agua por todas partes.
Es así como en los alrededores de la Plaza de Nariño los vendedores hacen su agosto en marzo vendiendo paraguas, cuyos precios oscilan entre los 5 mil pesos, 10 mil pesos o un poco más, de acuerdo con su tamaño o calidad.
Bueno, ¿pero de dónde salieron los paraguas? Yo pensaba que se trataba de un invento relativamente nuevo, pero resulta que los paraguas son más viejos que la panela, como decimos por estos lados y ya se habla de ellos 2.400 años antes de Cristo, que es mucho decir.
Todo apunta a que su origen es chino y respecto a esto, hay una historia en la que se afirma que una joven llamada Lu Mei, fue la inventora del paraguas, al apostar con su hermano quién de las dos era capaz de construir un objeto que sirviera para protegerlos de la lluvia. Fue así como Lu, quien era una especie de lo que ahora se conoce como jóvenes emprendedores, creó un bastón del cual surgían 32 varillas de bambú para terminar en una tela que lo cubría todo, y ¡listo el pollo!
La historia dice que los paraguas se expandieron a diferentes partes del mundo gracias a la Ruta de la Seda, dando lugar a muchos hechos curiosos. Por ejemplo, en Grecia solo lo podían utilizar las mujeres, puesto que su uso por parte de los hombres era considerado poco varonil. Mientras tanto, años después en Inglaterra se consideró que usar paraguas era para los “pobretones” de poca alcurnia que, al carecer de coches, tenían que andar a pie.
Pero tiempo después esa imagen cambió desde Francia, cuando el hecho de que los paraguas fueran construidos con materiales de lujo (los había que tenían sus mangos de oro), hizo que pasara a convertirse en un artículo de lujo, destinado solo a las personas pudientes.
Esa es a grandes rasgos la historia de los paraguas que en esta temporada invernal se constituyen en un objeto imprescindible en Pasto, para no quedar emparamados, como dijimos en un principio.
Como apuntes curiosos finales, hay que decir que antes el color predominante de los paraguas era el negro el que se impuso para facilitar su uso entre los varones y evitar que se convirtieran en blanco de comentarios mal intencionados.
Además, hay un museo dedicado exclusivamente al paraguas, situado a orillas del Lago Maggiore en Italia y ¿saben ustedes cuál es el artículo que más se pierde en el mundo. Pues sí, acertaron, es el paraguas, dato del que yo doy total certeza, puesto que ya perdí la cuenta de los que he dejado en diferentes lugares.
Por: Jorge Hernando Carvajal Pérez

