Desde que tengo uso de razón política jamás había visto un Congreso tan paritario, nos debe llenar de esperanza porque los colombianos coincidimos en que el inicio del cambio tan anhelado está, sin duda, en el legislativo.
Es importante reiterar que las curules en los alternativos van a subir, ya que el fraude ha sido evidente, y que gracias a la honorabilidad de los jueces y al trabajo de los testigos electorales de cada partido, se han encontrado datos falsos, los cuales van en contra de varios movimientos, en especial, del Pacto Histórico.
Las gracias se las debemos dar, únicamente, al estallido social; si no hubiera sido por la protesta de más de veinte millones de colombianos rebosando las calles del país, no estuviéramos hablando de una gran representación progresista en el legislativo. Aún hay maquinaria y clientelismo, no obstante, irán disminuyendo por un buen trabajo de los congresistas en los próximos cuatro años, y aumentará lo que a la mayoría de políticos tradicionales les hace falta – ganar por discurso, es decir, por brindar soluciones reales a las problemáticas de cada región –.
«Los congresistas electos corruptos deberán acompañar proyectos progresistas. Si continúan por sus intereses, se encontrarán con la novedad de ser rechazados en las calles y en las urnas».
Queda comprobado que el constituyente primario es poderosísimo, la frase del pueblo unido jamás será vencido, escuchada desde niños, es eficaz. Por eso debemos aplaudir y acompañar a los menores y adolescentes, quienes están protestando pacíficamente en sus colegios porque el Programa de Alimentación Escolar, PAE, se lo siguen robando, pero no se preocupen, esos contratistas, que no sé cómo ven a sus hijos a los ojos, tienen los días contados.
De aquí en adelante, toda protesta consecuente y pacífica, sea en la escuela más recóndita del país o por un fraude de elecciones presidenciales, tendrá buenos resultados. Tener un Congreso electo con mayoría progresista –logrado en menos de un año– da el aval para que la sociedad colombiana entienda que sí se puede luchar por los derechos.
Estoy convencido de que este Congreso sí se bajará por fin los salarios y tantos beneficios en equidad. Se legislará con la opinión pública y no para los intereses particulares. Gracias Colombia.
Embutido: “Los congresistas electos corruptos deberán acompañar proyectos progresistas. Si continúan por sus intereses, se encontrarán con la novedad de ser rechazados en las calles y en las urnas”.
Por: Emilio Jiménez Santiusti

