“El que sube como palma, cae como coco”, dice por allí un conocido refrán que en este momento cae como anillo al dedo después de la jornada electoral que se vivió el pasado domingo en Colombia.
Pese a que los perdedores evidentemente son mucho porque, por ejemplo, para la Cámara de Representantes en Nariño de 31 candidatos solo se escogieron 5, el pueblo eligió y esperamos ahora como cada 4 años que nuestros dirigentes políticos trabajen por el pueblo y para el bien del departamento, es evidente que se necesita con urgencia meterle el corazón y amor a esta región que tiene todo pero el abandono lo deja en la olla e intentando sobrevivir.
Claramente mi frase de cajón que utilizó en el principio de esta redacción es para citar algunos ‘quemados’ de esta emocionante y disputada contienda electoral, esos que se creían ganadores cuando ni siquiera empezaba el juego, razón por la cual nos hace recordar que la humildad hace al humano y jamás bajo ninguna circunstancia se debería dejar a un lado.
Bien dicen por allí que la política es cambiante y ahora más que nunca lo podemos evidenciar, si bien los elegidos en teoría son los mismos de siempre, podemos decir que esto que está ocurriendo en el país es una muestra de que por primera vez el pueblo habló y está cansado, tener a nuevas caras en el Congreso de la República es satisfactorio porque son aquellos representantes que eligieron los jóvenes, es la muestra que la lucha en el Paro Nacional no fue solo cuestión de unos días sino que generó eco en la juventud, esa que esta vez sí salió y si mostró su inconformismo de la única manera que se puede que es a través de las urnas.
Nunca he sido fanática de los extremos y creo firmemente que al igual que en los colores no solo existe el negro y el blanco sin embargo, algo que me llena de orgullo de lo que vivimos el domingo es ver que se avecinan cambios, es ver que las nuevas generaciones en verdad quieren transformar este país y pensar en algo más humano, en un Colombia que necesitamos todos en donde los recursos sean del pueblo y para el pueblo y principalmente en el cual se piensa en las oportunidades.
Ahora que la cosa política inicio a moverse y cuando obviamente empieza la carrera por la Casa de Nariño, intensifiquemos el trabajo no en odios por el que apoya al uno o al otro sino en que salir y votar es la única forma que tenemos para manifestarnos, en que es necesario que la gente no se deje convencer sino al contrario piense muy bien en que está en riesgo el futuro de un país que tiene todo para ser el mejor, pero hasta el momento ha tenido malos gobernantes para lograrlo.
Por: Claudia Zambrano Erazo