Lo que está en juego es la pérdida de biodiversidad de la que depende la vida en el planeta y el agudizamiento de la crisis climática dicen autoridades.
Ante los seguidos incendios forestales que se han estado presentando en el departamento del Putumayo y las alarmantes cifras de deforestación y afectaciones que dejan estos en cuanto a daños en el medio ambiente y pérdidas materiales, a través de una carta abierta académicos y expertos en temas ambientales le pidieron tomar acciones urgentes al mandatario Iván Duque para que atienda las emergencias forestales que últimamente han estado aconteciendo en este territorio.
En una carta abierta al presidente Iván Duque y al ministro de Medio Ambiente, Carlos Eduardo Correa, 190 académicos y expertos ambientales lanzaron un SOS por la gravísima situación que se está registrando en la Amazonía colombiana en materia de deforestación.
Deforestación
“La deforestación en el norte del bioma amazónico de Colombia es alarmante”, advierte el escrito. Es importante también referirse a las emergencias por incendios forestales, registradas recientemente en los departamentos de Caquetá, Guaviare, Meta y Putumayo, conocida como el arco de la deforestación.
En otros apartes del escrito se cuestiona la falta de acciones para prevenir y atender la compleja situación ambiental.
Medidas
Ante estas situaciones es necesario tomar medidas inmediatas para frenar esta alarmante situación. Es urgente diseñar e implementar una hoja de ruta que movilice articuladamente al Ejercito Nacional, los bomberos de todo el país, la Defensa Civil y la Fuerza Aérea Colombiana para que con su intervención se detenga esta tragedia ambiental que supone enormes costos sociales y ecológicos.
Es inadmisible que en territorios protegidos como el Parque Nacional Natural Tinigia, la Serranía de la Macarena y la Serranía de la Lindosa, los bomberos dependan de voluntarios para apagar el fuego y no cuenten con agua ni sistemas aerotransportados para sofocar los incendios, mencionaron.
Las acciones deben ser preventivas, no reactivas. Esta es una tragedia anunciada y año tras año en temporada seca se mira, con impotencia y dolor, al Amazonas arder.
En los meses de noviembre y diciembre de 2021 se generaron las condiciones para los peores incendios que se han presentado en los últimos 15 años. La falta de una respuesta oportuna y efectiva del Estado está llevando al norte del Amazonas a un punto de quiebre irreparable.
Lo que está en juego es la pérdida de biodiversidad de la que depende la vida en el planeta y el agudizamiento de la crisis climática.

