En Pasto, gracias al pacto entre el artesano Carlos Mutumbajoy y la Fundación Sol de los Andes de este municipio, se viene trabajando con comunidades vulnerables con el objetivo de enseñarles un oficio, preservar el arte indígena y contribuir al proceso de rehabilitación tras el consumo de sustancias psicoactivas.
Este proceso de formación inició en el año 2012 según lo expresado por Mutumbajoy. Esta iniciativa pretende fomentar un proceso de resiliencia que aporte a la rehabilitación de jóvenes y adultos de Pasto y del pueblo indígena Kamëntsa que tienen problemas de consumo de sustancias psicoactivas.
“A través del arte enseñamos una nueva forma de vida, les inculcamos disciplina, creatividad orden con este hermoso proceso. Esto se lleva a cabo gracias a la integración con la Fundación Sol de los Andes quienes ofrecen servicios de psicología y psiquiatría y con quienes hemos empezado ya la cuarta fase del proceso de rehabilitación”, indicó.
Enseñanza
“Los jóvenes van a mi taller y terminan el proceso de rehabilitación, que es la cuarta fase. Ahí yo les transmito mis saberes y cultura con el fin de lograr un cambio de vida. Les enseño todo lo que es la agricultura, artesanías, pintura, enchape, escultura. Es que ahí no se trata solo de hacer una obra o una artesanía, es crear hábitos de disciplina y superación personal”, añadió.
Este artesano llegó a la ciudad de Pasto cuando tenía 13 años de edad y tras ser desplazado de Sibundoy, Putumayo, desde esa temprana edad empezó a realizar procesos de resiliencia consigo mismo y ahora es quien ayuda a superar diversas crisis de los jóvenes que llegan hasta su taller.
Dicho espacio de formación se encuentra ubicado en el corregimiento de Jamondino, en la capital nariñense. Carlos a través del arte ha tenido la oportunidad de llegar a diversas ciudades de Colombia y del mundo. “Nosotros desarrollamos procesos de resiliencia y temas de fortalecimiento cultural. Todo el arte que desarrollamos está inspirado en los usos y costumbres”.