Los personajes que a continuación relaciono son reconocidos a nivel mundial por ser los 10 hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes. Ellos son: Warren Buffett, Mark Zuckerberg, Bill Gates, Elon Musk, Jeff Bezos, Steve Ballmer, Larry Ellison, Bernard Arnault, Sergey Brin y Larry Page. Los admiro por ser emprendedores, innovadores, aventureros, apostadores y fundamentalmente creativos y amantes del cambio.
Sin embargo, hay momentos en que me producen rechazo y hasta asco por su exagerado amor al dinero. Por cuanto mientras en el mundo 97 millones de personas, según el Banco Mundial, cayeron en la pobreza extrema, al punto de vivir con menos de 8 mil pesos diarios, estos agregaron 5 billones de dólares a sus fortunas durante la pandemia, al pasar de US$8,6 billones en marzo de 2020 a $13,8 billones de US, en noviembre de 2021.
Estos 10 personajes aumentaron sus capitales en 1.300 millones de dólares al día. O sea que cada uno en promedio aumentó su fortuna en 130 millones de dólares cada 24 horas. No les hago la conversión en pesos, porque en mi calculadora esa cifra no alcanza.
Este nivel de riqueza es el que tienen que gravar los gobiernos, subiendo los impuestos, para contrarrestar los exagerados niveles de pobreza en la que viven la inmensa mayoría de la población mundial.
Llama la atención que estos multimillonarios incrementaron sus fortunas en plena pandemia, cuando el desempleo aumenta, los ingresos de los pobres disminuyen y las fábricas y empresas cierran sus puertas.
Lo mismo que ocurre con los superricos del mundo, sucede con los países más ricos, mientras estos acumulan vacunas para proteger a sus nacionales, en los países pobres escasean las vacunas para inmunizar a sus habitantes. Esto es inaceptable social, económica y políticamente.
En Colombia también tenemos billonarios, quienes, aprovechando la pandemia incrementan sus fortunas exageradamente, quitándoles el derecho a la salud y vida de los más pobres. Eso no podemos ni debemos cohonestar. Hoy que se acercan las elecciones de Congreso y de presidente todos tenemos la responsabilidad de elegir bien para no arrepentirnos.
POR: VICTOR RIVAS MARTINEZ.